Corrían buenos tiempos para la Selección Mayor de Fútbol allá por los años donde el Mágico González patentaba su culebrita macheteada o cuando Raúl Díaz Arce anotaba goles como churros allá por donde pisaba un estadio. Eran buenos años para que un jugador demostrara su amor por la camiseta y se entregara a ella sin […]