Ha sido un muy mal día para las selecciones sub-17 y sub-20, en el que ambos combinados cayeron derrotados ante sus similares de Guatemala y Estados Unidos respectivamente, y con ello las aspiraciones de conseguir un boleto al Pre-Mundial sub-17 y un boleto al Mundial de Nueva Zelanda sub-20 se vieron esfumados.
Jugando como local, la sub-17 no pudo mantener la renta conseguida en suelo chapín en la ida, encuentro que los muchachos ganaron 0-1, la cual no pudieron sostener ni ampliar en el encuentro de vuelta disputado en el Estadio Cuscatlán, ante un buen marco de aficionados que se acercaron a los sectores de plateas y tribunas para apoyar a los juveniles, pero que, finalmente cayeron por 0-2.
Los nacionales intentaron llegar y ampliar la diferencia, pero se toparon a un ordenadìsimo conjunto chapín que mantuvo a raya a nuestros seleccionados, a sabiendas que el juego por el centro era la prioridad salvadoreña, obligaron a abrir el juego por banda, propiciando así un mayor despliegue ofensivo por parte de nuestros jugadores, que, a pesar de contar con hasta 3 ocasiones en los primeros minutos, vieron cómo la esperanza poco a poco se cortaba de raíz, gracias al tanto chapín que dejó sin habla a los muchachos y apagó el apoyo en las gradas.
Después de empezar con mucho empuje, los chapines cerraron espacios, se hicieron con el control del balón y obligaron a las líneas creativas y ofensivas de la selecta a perder balones sencillos y a luchar contra la difícil marca impuesta por los visitantes. Muy poco de los seleccionados para llevar peligro, pero aún así, las esperanzas no estuvieron perdidas nunca en el encuentro.
La primera parte terminó con una Selecta encerrada y con una Guatemala presionando y obligando a los nacionales a reventar el balón para intentar encontrar a los referentes en ofensiva, pero ni en ataque ofrecíamos algún peligro.
Para la segunda mitad, se esperaba mayor empuje y más ofensiva, pero Guatemala siguió el libreto y la Selecta recibió su segundo gol en contra, y con ello, un balde de agua fría y una posible eliminación. El marcador global era 1-2 en contra, pero aún las esperanzas no estaban del todo perdidas.
El combinado nacional activo las alarmas, fue más garra y corazón que ideas claras al frente, pero en su desesperación fue presa fácil del juego chapín, defensivos y buscando perder el mayor tiempo posible. Las aguas colmaron el vaso y nuestros jugadores perdían los nervios, entre pausa y pausa el tiempo fue pasando, la intensidad de los muchachos creció y se vieron envueltos en pleitos estériles y en demostrada hostilidad en cada balón disputado, así, las faltas sobrevinieron y los ganadores de esa batalla “inteligente” fueron los chapines pues acortaron el tiempo de juego en base al oficio.
La Selecta perdió gas y perdió las ideas y aunque las tuvo claras en los minutos finales y encimó y encerró a los chapines no pudo encontrar el empate. Al final, el encuentro terminó con el boleto a favor de los Guatemaltecos, mientras, parte de la afición se encargó de recriminar a los jugadores por la derrota, mientras, unos cuantos, pocos y contados aplaudieron el esfuerzo de los muchachos; y es que, para muchos se pudo hacer más, pero para otros, lo intentaron y simplemente no pudieron. Finalmente, Guatemala clasifica y nosotros nos quedamos únicamente con las ganas.
Por si fuera poco, la sub20 también se disputaba un boleto al Mundial de Nueva Zelanda ante Estados Unidos, pero tampoco pudo ser. El combinado nacional cayó derrotado 0-2 y con ello las aspiraciones de clasificar a un Mundial Sub-20 también quedaron en eso, en un simple deseo.
