El calcio italiano, calificado como mezquino ofensivamente hablando, demuestra que no siempre la línea general se cumple y es muy posible, claro, en contadas ocasiones, encontrar marcadores abultados y partidos llenos de goles.
Esta vez la Juve se intoxicó de goles, al meterle siete tantos contra cero al Parma, en un encuentro en el que el monopolio fue para la vecchia signora que mantiene así su clasificación como único líder, independientemente de lo que haga la Roma en su encuentro ante Torino.
Los dirigidos por Allegri se empacharon de goles y se aprovecharon de un débil Parma que se ubica en el sótano de la clasificación con 6 puntos y que suma apenas 2 victorias y 9 derrotas en lo que va de temporada y es uno de los equipos que pelea por no descender, junto al Chievo y Cesena.
La Juve, equipo más goleador con 25 tantos, contó con el poderío goleador de Llorente, Tévez y Morata, los tres con un doblete cada uno, mientras que el tanto restanto lo marcó el lateral Liechtsteiner con una volea impresionante desde la entrada del área.
El cuadro turinés que apenas ha recibido 4 goles en la Serie A se encamina sólida y firmemente a un nuevo título, y ha sumado así su 23a victoria consecutiva como local.