En nuestro fútbol, siempre es necesario, urgente y oportuno que sea una persona con acento la que nos diga qué hacer y cómo hacerlo. Sucede en los equipos de la primera división, la Selección Mayor de Fútbol, y ahora, también pasa en las asesorías que han recibido, tanto la FESFUT como Proyecto Azul. Es cierto que el mencionado proyecto será la base y la guía propuesta para seguir y que en un supuesto cumplimiento mejorará en mucho, la situación estructural de nuestro fútbol, de nuestra selección y muy probablemente de los equipos de la primera división.
Vamos al grano. Raúl Barrios, mexicano y experto en canchas naturales y artificiales, fue invitado por la FESFUT y Proyecto Azul para hacer un diagnóstico de todos los estadios en los que juegan los equipos de la primera división y como era de esperarse, su respuesta es algo que todos ya sabíamos desde hace mucho tiempo y que hemos venido dando con martillo en mano, golpes al clavo que no termina de entrar. “No me esperaba campos tan malos”. Así de claro y así de simple.
En su diagnóstico hace referencia a la falta de recursos, de preparación de los jardineros encargados del mantenimiento de las canchas. Pero vamos, ¿alguien en verdad cree que los equipos de la primera división invertirán en comprar o rentar equipos de compactación, o cualquier otra necesidad que permita tener un césped de primer nivel? O estamos muy locos o de verdad, no hemos comprendido nada del manejo que se hace a nivel local del fútbol. La inversión es quizá, el eslabón perdido del deber ser en la parte organizativa de este deporte a nivel nacional. Falta ver las cuentas a favor y los saldos en rojo que resultan cada fin de semana después de cuadrar taquillas y gastos de mantenimiento y uso de los estadios… pero ese es pisto de otro costal.
Volviendo al tema, el experto mexicano ofrece un plan de capacitación para el personal de mantenimiento y por supuesto, un programa que defina qué hacer con las canchas… más gasto inversión … En su diagnóstico previo hace referencia a que algunas canchas es necesario cambiar toda la superficie y mejorar el drenaje, y asimismo, el tiempo para poner en plenas condiciones una cancha es de cuatro meses, el cual deberá adecuarse a la calendarización del torneo y del presupuesto de los equipos para suplir los costos de inversión gasto.
Así, se ejecuta uno de los lineamientos establecidos en el Proyecto Azul y que tiene que ver con la creación de canchas adecuadas.
Faltará ver, si los equipos, la FESFUT y todos los implicados, de verdad están en la labor de gastar invertir ese dinero en mejorar las canchas, algo que hasta hoy va simplemente de “hacer lo necesario” para que se pueda jugar al fútbol, porque en algunos casos ni siquiera eso es posible.