Llama la atención que en los últimos días, como cualquier partido político, se hace campaña adelantada por traer jugadores a la Selección, como si fuera un concurso de canto en el que cualquiera pueda ser parte, pero en este caso, las campañas pro Fito o Pablo Punyed ahondan en la incoherencia. ¿Por qué? ¿A partir de qué momento es válido sugerir jugadores para la Selección Nacional? ¿Acaso el cuerpo técnico EXTRANJERO que dirige la Selección no tiene la capacidad y aptitud para estudiar las posibles opciones para integrar el combinado nacional? ¿A alguien se le olvida que Fito Zelaya estuvo involucrado en el tema de amaños? ¿De verdad quieren vivir con la afición dividida al incluir nuevamente a jugadores acusados de amaños en la Selección? Usted responda mi estimado lector…
No creo y lo digo sinceramente, que Albert Roca, permita que le elaboren los convocados para la Selección, o que en el peor de los casos le hagan convocar jugadores que no están en los planes, y que, por desconocer el medio sea necesario “sugerir” ciertos jugadores y otros no. No lo creo.
Ahora, lo lamentable es el ruido que se hace por un jugador del que muy poco se conoce, del que probablemente el 80% de salvadoreños no tienen ni la menor idea de quién es o a qué juega, tampoco conocemos cuales son los motivos que invitan a que sea convocado, por qué? ¿Por ser salvadoreño? ¿Por que juega en el extranjero? Acaso no existen jugadores en terreno local que piden a gritos una oportunidad para al menos probarse en los equipos de la primera división? Es cierto, la organización de nuestro fútbol ha sido deficiente y muy probablemente seguirá en este camino, sin una base clara y transparente a nivel organizativo que establezca un mecanismo para reclutar jugadores jóvenes, y para como lo he repetido hasta el cansancio: COMENZAR A FORMAR JUGADORES DESDE TEMPRANA EDAD. Porqué debemos buscar fuera de nuestras fronteras lo que probablemente podamos edificar desde adentro. Obviamente es más fácil buscar el producto terminado que invertir en su formación, quizá esa sea la respuesta que estoy buscando, estamos acostumbrados a que nos den el atol en la boca pero no trabajamos en su elaboración, tal vez el comodismo nos lleva a “agarrar” todo lo que nos ofrecen, pensando que esta vez sí, será la solución a nuestros problemas.
El tema es espinoso, lo admito, pero es incoherente que los dirigentes hablen de organizar el fútbol salvadoreño pero no empiecen por lo básico, por algo tan elemental como es la formación de jugadores, de ahí debe partir el futuro.
Como dije antes, el comodismo nos hace sentarnos en los laureles e improvisar en el camino. Así no.