La Copa Centroamericana llegó a su fin para nuestra Selección, torneo en el que se luchó contra la corriente de la incertidumbre, con un puñado de jugadores nuevos, sistema nuevo, técnico nuevo en un torneo oficial, ya antes en amistosos se habían visto luces nuevas de este renacer para nuestra Selección Nacional.
Si bien, el objetivo era claro, luchar por un boleto a la Copa Oro, el camino se allanó de tal manera que era posible incluso, pensar en poder disputar la final, pero una mala actuación de los que deben conocer las reglas del juego antes de jugar, y muy posiblemente una tardía interpretación de reglamento, nos marginaron al final de cuentas de la posibilidad de llegar a la final, claro está, tampoco nos favoreció ni los goles marcados ni recibidos, ni los puntos y tampoco la serie particular con Guatemala.
Así las cosas, la Selecta y Roca, se dedicaron a lo suyo, a hacer lo que mejor saben, e intentaron hacer de una piedra un diamante, el DT encontró la fórmula para hacer un equipo competitivo, equilibrado, pero sobre todo con una idea clara de juego, que es al final, una de las ganancias y de los buenos resultados que nos deja este torneo, el saber que se juega a algo y que no es nada màs pelotazo puro y correr como pollos sin cabeza y esperar que el rival cometa un error para aprovecharlo. No. El equipo de Roca, encontró la forma de juegar, el toque toque y el balòn a ras de césped fueron una de las claves de esta idea de juego y aunque a pesar que se jugaba con tan solo un delantero, el equipo únicamente pecó de fallón y de no encontrar el último pase para la definición, eso si, quedó muy claro que la media es el factor donde debe nacer nuestro fútbol y además, que de la mano de Arturo, el equipo tiene ideas claras y definidas sobre cómo manejar los encuentros.
Ante Panamá, se pecó de falta de definición, además, los panameños nos dieron una probadita de nuestro estilo, presión arriba y marcaje a fondo para recuperar el balón, la fórmula que nos hizo saborear victorias ante Honduras y Belice. La Selecta se topó con un muro donde se rompieron las ideas y la desesperación hizo mella en el equipo, que, aunque se encontró en superioridad numérica, nunca pudo traducirse en goles esa ventaja.
Al final de cuentas, el encuentro por el tercer puesto se perdió, y es anecdótico, pues, lo que deberá prevalecer es el resultado logrado en el fútbol para nuestra Selección, más no en posición lograda en un torneo que pareciera a ojo de buen espectador una interesante “pretemporada” para que los equipos afinen piezas, engrasen la maquinaria, y se ingresen unos billetes, sobre todo cuando se juega en Estados Unidos.