La selección argentina no pudo hacer prácticamente nada ante la siempre complicada y poderosa selección brasileña, y fue humillado en su casa, ante su afición y aunque se vio beneficiado por el resto de resultados, ante su gran rival no se pueden permitir derrotas de este tipo, sobre todo cuando el equipo brasileño, mostró orden en todas sus lineas, le comió los espacios e hizo desaparecer a todas sus figuras.
Una Argentina desconocida pero obligada a ganar si o si ante Brasil, lució descoordinada, perdida, sin luces, sin motivación, con mucho empeño por encontrar la ventaja en el marcador pero no contaba con toparse con la férrea defensa brasileña, y chocó una y otra vez, mientras en el banco Maradona parece seguir encaprichado con jugadores que prácticamente no dan la talla para disputar partidos de gran envergadura.
Por ahora marchan cuartos, pero otro desliz y podrían ver peligrar su boleto directo y tener que disputar el repechaje contra el cuarto clasificado de la Concacaf, que por ahora es Costa Rica.
Al final un 3 a 1 que clasifica a la selección brasileña y deja muchas dudas en el rendimiento colectivo de la selección Argentina.