Cuando se trabaja con una meta en común, lo que menos debe pensarse es que una sorpresa pueda producirse como un resultado a los esfuerzos realizados. Costa Rica es la prueba fiel que sus resultados en este Mundial, van mucho más allá de ser una agradable sorpresa como muchos lo dicen. Creo que ese calificativo incluso rompe con la coherencia al trabajo que han realizado para lograr llegar hasta esta etapa del Mundial.
Ante Holanda, demostraron que el haber pasado sin sobresaltos por el grupo de la muerte fue la graduación en este mundo del fútbol donde la Concacaf es menos vista, donde nadie sabe incluso, donde está Centroamérica, donde es más fácil recordar que El Salvador ostenta el récord de la peor goleada en un Mundial ante Hungría o que, Centroamérica es la pequeña porción de tierra que une a las grandes masas continentales del norte y del sur, en donde solamente se habla que México o Estados Unidos, siguen siendo los gigantes de esta confederación.
Manda muchos huevos seguir creyendo que México es el gigante, de donde? pregunto yo. México lleva toda una vida buscando un quinto partido, que se le sigue resistiendo, más quizá por creer que es fácil foguearse y eliminarse con selecciones de la Conmebol, como en algunas ocasiones lo han preferido, porque es imposible seguir aprendiendo de los equipos de la Concacaf, como también el seleccionador estadounidense, Klinsmann lo dijo unos meses atrás. No nos engañemos. Acaso creen ustedes que lo de Costa Rica es más suerte que una planificación seria para un Mundial? Si su respuesta es afirmativa, lo recomendable es que deje de leer esta entrada y se olvide por completo del fútbol, del Mundial y se dedique a llenar crucigramas, por el bien suyo y el de todos.
Costa Rica dejó tras de si a tres campeones mundiales en su fase de grupos, Inglaterra, Italia y Uruguay, un terreno hostil donde todos, incluído su servilleta, lo dábamos eliminado a las primeras de cambio, nadie daba un cinco por los ticos, esto es así, usted se imaginó que vencería al Uruguay de Cavani y de Luis Suárez? o que también haría lo propio con la Italia de Buffón, Balotelli, Pirlo y Cassano? Sinceramente, yo no, tampoco lo veía claro que llegara a complicar en demasía a Holanda, pero el fútbol es así.
Se pueden escribir ríos de tinta sobre la “sorpresa” de Costa Rica, pero creo que nada engloba más a esta selección, que el sentimiento de orgullo que impusieron en cada partido, desconoce su servidor si emplearon un psicólogo deportivo, pero analizando su juego, su forma de desplegarse en la cancha, sus movimientos tácticos, su entrega en cada balón, eso, no se logra por artes del azar o por magia pura. Atrás de eso, hay una preparación, una motivación, pero sobre todo un enorme trabajo para lograr este objetivo.
Los de Pinto han sido una de las grandes revelaciones, pero fuera de lo “sorpresivo” que tanto impacta, basta ver la practicidad con que manejaron sus encuentros, con sufrimiento, claro está, pero fueron eficaces al fin de cuentas y eso les posibilitó llegar a estas instancias, donde por aquellas duras lecciones que dejan los penales, hoy Costa Rica regresa a su tierra con la maleta llena de emociones, pero sobre todo llenas de mucho orgullo.
La Concacaf probablemente estará a años luz de igualar a la UEFA, pero los ticos dejaron en el camino a 3 campeones mundiales y a uno más de Europa, Grecia, si esto es suerte, pues, aún me cuesta creer que griegos, italianos, uruguayos e ingleses se hayan levantado con el pie izquierdo el día de sus encuentro. Lo de Costa Rica, va más allá, y ese trabajo que realizaron es digno de aplaudirse.
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