Alemania fijó su candidatura con un verdadero repaso a la selección portuguesa, que poco y nada pudo hacer para evitarlo. Su frustración fue tal que en un lance del partido, Pepe condicionó a su equipo al dejarlo con uno menos, al intentar agredir con un cabezazo a Thomas Müller, después de haberle dado un manotazo en la cara, intencional o no, pero fue golpe al final de cuentas.
Si la superioridad teutona fue evidente durante toda la primera mitad, ésta comenzó a ser evidente a los 11 minutos, tras un penal bien ejecutado por Müller, la que sería la antesala de la gran tarde que el goleador alemán viviría.
Para Portugal, todo lo que debía salir mal, – como la Ley de Murphy- salió mal, no sólo tuvo que luchar con un desaparecido Cristiano, sino porque la maquinaria alemana fue superior de principio a fin, con un Khedira, Lahm y Kroos viviendo un camino de rosas hacia la portería portuguesa. De ahí se generó el fútbol alemán, y enganchados a Özil, Götze y Müller como referencia.
Balones perdidos, falta de consistencia, falta de intensidad, falta de carácter, eso y más, fue Portugal, que no encontró jamás la vuelta, ni la idea, ni el fútbol, ni nada. El cuadro portugués siguió la línea de su estrella Cristiano que se fue apagando poco a poco sin opciones de retorno.
Así las cosas, Alemania consiguió el segundo con un cabezazo enorme de Hummels al ’32. Era el 2-0 y para más inri, Pepe perdería -nuevamente- la cabeza y se iría temprano a las duchas, con la desventaja numérica y en el marcador. La faena era difícil, ahora, era cuestión de recibir un milagro divino.
Alemania no reculó, lo siguió intentando y gracias a ello, logró el tercero antes del final del primer tiempo. 3-0 y Portugal no encontraba respuestas.
La segunda mitad, fue más de lo mismo, aunque Alemania se lo tomó con calma, lentamente fue introduciendo más el puñal en la herida, encontró el balón y lo paseó cuánto quiso y por donde quiso, sin sufrir y sin padecer peligro, encontró el cuarto gol. Nuevamente Müller inflaría las redes, un hat-trick, el primero en este Mundial, el único hasta este momento.
Alemania aniquilaría a Portugal y lo deja tocadísimo, con Pepe expulsado, con Almeyda y Coentrao lesionados y con su estrella Cristiano, que hizo más con las quejas que con fútbol, poco, poquísimo del luso, y demasiado pobre también el equipo completo.
Alemania fue un rodillo, los dirigidos por Löw fueron demasiado equipo para un empequeñecido Portugal.