Creí haberlo visto y escuchado todo, pero que digan que el nuevo técnico de Águila, Daniel Messina haya sido contratado pensando en el largo plazo no hace más que acrecentar mis dudas sobre su continuidad cuando las cosas no vayan como se esperan.
No suelo ser pesimista, más si quiero ser objetivo, los torneos cortos no dan para largas, son más resultadistas y crueles con los técnicos, dos derrotas y la cabeza pende de un hilo. En serio, ¿Águila quiere un técnico que violente estos principios preimpuestos al cuello de todos los técnicos que dirigen en el fútbol local?
Hasta no verlo no creerlo. Pero si es así, se romperá el paradigma de los torneos basados en campeonatos y se establecerá así, una nueva y buena formalidad, la continuidad que tanto se exige en los equipos podría ser por fin, la base sobre la que descanse un proyecto de fútbol en nuestro país.
Si de continuidad hablamos ya la tuvo Memo Rivera y el Zarco Rodríguez, con Marte y Metapán, entre otros, que a diferencia de Águila, que cambió técnico hasta en tres ocasiones en un solo torneo, no se cree muy fácil que el nuevo técnico argentino venga a hacer la diferencia y a marcar un camino diferente tanto para Águila como para cualquier otro equipo que intente romper la norma no escrita pero si costumbrista.
Se habla de formar escuelas, de brindar a Águila gracias a su experiencia como técnico campeón con juveniles, la oportunidad de formar jugadores de cantera, esa otra línea base y fundamental que los equipos salvadoreños en un mal día decidieron dejar de explotar.
No me queda muy claro que esto a futuro se desarrolle así, más no por incrédulo voy a pecar de pesimista, más bien, hablo sobre la verdad que dice la historia próxima aguilucha, donde los malos resultados han sido los causantes de la incertidumbre y desequilibrio entre cuerpo técnico y plantilla y destituciones de técnicos bien llamados en su momento, precursores de un proyecto, llámese Sambulá o el mismo Portillo, quienes en su día también debieron abandonar el barco a causa de lo mismo: los malos resultados.
Esperemos a ver los resultados con el nuevo técnico, antes podemos hablar y predecir sin hechos y sin fundamento, sólo el tiempo dirá y por supuesto los resultados hablarán, pero más que eso, a prueba estará la paciencia de la Junta Directiva y por supuesto de la afición.
