Águila tiene ante sí, el último llamado para revertir su penosa situación en la que se encuentra en el presente torneo, la sombra de su irregularidad es tan grande que acumula ya tres torneos en el tira y encoje por intentar volver a ser el referente que se exige que sea.
Después de una primera vuelta en el que apenas y sumó 8 puntos de 27 posibles, y con una paupérrima cosecha de victoria, con únicamente 2, el panorama no es nada alentador teniendo en cuenta que en la visita recíproca el calendario no se antoja cómodo, ni mucho menos accesible.
Fecha 10: Santa Tecla (L) – Fecha 11: Metapán (V) – Fecha 12: Alianza (V) – Fecha 13: Firpo (L) – Fecha 14: FAS (V) – Fecha 15: Juventud Independiente (L) – Fecha 16: Dragón (V) – Fecha 17: Atlético Marte (L) – Fecha 18: UES (V)
Águila desperdició los encuentros de ida como local ante Metapán, FAS, Dragón y UES, con lo que perdió la oportunidad de sumar al menos 12 puntos en casa. La media inglesa dice, que ganar en casa y empatar de visita es clave. El emplumado no cumplió y ahora deberá jugarse la vida cuando devuelva estas importantes visitas.
Se le presenta la oportunidad de puntuar ante Santa Tecla, Juventud Independiente, Dragón y Atlético Marte, encuentros que disputará en el Barraza y que deberá saldar con victorias, como la única alternativa viable para asegurarse el no descenso un resultado adverso le hundirá mucho más en la incómoda posición en que se encuentra.
Las visitas de riesgo son ante Metapán, Alianza, FAS y UES, este último por ser otro de los equipos que intentarán salvar la categoría en esta segunda vuelta. Metapán, un rival incómodo desde siempre y cuya paternidad sobre Águila en el Calero es exageradamente grande. FAS y Alianza, otros dos rivales difíciles pero no imposibles para sumar puntos.
Este es el panorama para Águila, sumar victorias es el único camino a seguir, empates y derrotas no deberían estar contempladas en el supuesto que afronta.
El torneo se encamina a su final y si Águila no suma y Firpo y la UES si lo hacen, será una auténtica pesadilla para el negronaranja y un amargo cierre de torneo para la afición.