Con dudas e incertidumbre Águila ha iniciado este torneo con la dura misión de devolver la grandeza perdida durante dos torneos, pero por si esto no fuera suficiente, la presión se agudiza cuando en el camino, se deberá luchar no sólo con hacer un mejor torneo, sino que además el abismo a segunda división se cierne por sobre el plumaje aguilucho.
Después de la derrota de Águila ante Santa Tecla las cosas se tornan mucho más complicadas, el margen de mejora es amplio, el tiempo es corto y las exigencias no dan tregua. Como todo un grande, Águila debe encontrar la fórmula del éxito, en juego, en fútbol pero sobre todo en resultados. En un torneo corto la ventaja de hoy es desventaja mañana y viceversa, y aunque no se puede llorar por la leche derramada, cierto es que los puntos como visitante son los que al final de cuentas terminan por salvar categorías o dar un boleto a semifinales.
Perder en el debut le deja dos opciones al cuadro aguilucho, la primera: Trabajar más duramente por encontrar la identidad en su juego, algo que no se vio en ningún momento durante su visita al Santa Tecla, sin rumbo, sin dirección, sin un ordenador claro, se puede perder luchando -como sucedió- pero la lucha no debe traducirse como un argumento para minimizar el efecto de la derrota, ya que en ese sentido, el equipo no mostró ningún elemento positivo con el que pudiera haber sacado un resultado diferente a la derrota.
La segunda: La cohesión de los jugadores. Es cierto, Águila tiene nuevas piezas en su esquema, jugar de memoria con apenas 5-6 encuentros de fogueo no es posible, se necesita tiempo para poder ver los frutos de la nueva plantilla que se ha confeccionado, los que llegaron deben adaptarse a la idea de juego del técnico, a la forma de ver el fútbol de sus compañeros pero sobre todo, a poner el esfuerzo y la entrega que vestir la camiseta naranja demanda.
Como excusa se puede decir que “apenas” es el primer juego, pero a medida avance el tiempo no habrá excusa válida si los resultados no llegan, en este torneo, Águila caminará entre el objetivo de llegar a la final y ganarla o lograr escapar del descenso, y entre esas dos metas hay una muy delgada línea.