Al igual que las enfermedades, hay síntomas que previamente dan luces del mal que se padecerá, otras, llegan súbitamente y no hay margen de respuesta que contrarresten sus efectos. Así está el Barca en este momento, mucho Tata, mucho Neymar, poco Messi y nada de actitud. Pobre imagen la mostrada en el platillo de Amsterdam, ante un superlativo Ajax que como en sus viejos tiempos de glorias fue capaz de devorar y destrozar los poquísimos deseos de victoria que el Barcelona mostró en suelo holandés.
Hemos sido testigos del peor Barca de la temporada, de eso no queda duda, pero no porque no tenga fútbol, sino porque no hay actitud, y sin eso, mejor apaguemos todo y nos quedamos en casa viendo otra cosa sin temor a tener una temporada para el olvido. Hay males que llegan y se quedan, hay otros que es posible erradicarlos de raíz, el mal del Barca es que se ha perdido, y mucho, la sed de victoria, se ha perdido la intensidad, la chispa, la energía, y se ha hecho propio el letargo y la falta de competitividad en la plantilla, si, esa misma que Guardiola instauró en su momento, mover piezas titulares con el banquillo, asegurarle a todos, que ninguno tenía su puesto asegurado, que vendría un chaval de la cantera y lo pondría por largo rato a calentar el banquillo mientras luchaba hasta el cansancio por ganarse nuevamente la confianza y su puesto en la cancha.
Notoria es la falta de competencia en la plantilla, no es lo mismo, poner jugadores de la cantera para completar minutos basura y para cubrir lesiones, que para potenciarlos y desarrollarlos y comenzar a hacer la transición generacional que más tarde o más temprano deberá llegar, es momento que los titulares sí o sí, tengan presión sobre sus hombros, que entiendan que nadie es imprescindible, que las vacas sagradas del vestuario están para echarse el equipo a sus espaldas, como para hacer autocrítica y comenzar por sí mismos a revertir la situación.
Dirán que es una derrota apenas la que lleva Martino, pero hay formas para perder, está el Bayern que te pega un repaso de libro, y está el Ajax que se aprovecha que vas en modo turista al Amsterdam Arena y de paso te quita el invicto de la temporada porque no fuiste intenso, porque no creíste que perderías y porque sigues pensando que por ser el F.C. Barcelona vas a ganar con la camiseta los encuentros. Esto es así, hay síntomas en este Barca que asemejan los malos ratos que se vivieron en la última temporada de Rijkaard, con la diferencia que hoy está a tiempo de corregirlas, no hay que esperar que el cáncer avance para entonces tomar conciencia y revertir la situación, todo empieza con la autocrítica, con la exigencia de competitividad en las piezas titulares y el banquillo, con las decisiones que Martino debe tomar para dar un llamado de atención a los pesos pesados del vestuario, esto no pasa por la lesión de Messi, es puramente circunstancial y clara coincidencia, hay un problema de fondo, que se debe solucionar cuanto antes, si, antes que sea demasiado tarde, antes que lleguen el Bayern, el Chelsea, el Dortmund, o el Madrid.