Que Leo Messi tire del carro cada semana no es nuevo tampoco es anormal, su nivel de competitividad es tan grande que él mismo ha afirmado que “hasta jugando la Play le gusta ganar”, por ello resulta tan incomprensible pensar que el equipo dependa de su figura para saldar sus encuentros con victorias. Su capacidad goleadora no se puede discutir, su versatilidad en el regate, su profundidad en el juego y su facilidad para anotar goles hace que sus actuaciones sean magnificadas al extremo de pensar que el Barcelona depende si, y sólo si de las actuaciones y de los goles de Leo Messi. Esto tan sólo es una idea y una mentira infundada por la caverna blanca, que día si, y día también intentan vender la extrema necesidad del Barca sobre el argentino. En los últimos 3 años el Barca había jugado 13 encuentros sin Messi, saldando 12 victorias y apenas un empate, Messidependencia? no lo creo, pero como decía Pep y transmite Tito en su discurso: “Con Messi somos mejores”, de esto último no cabe la menor duda.
Ante el Mallorca salió un equipo totalmente diferente, con muchas ausencias de titulares, aquejados por lesiones, suspensiones y pensando también en la vuelta de cuartos de final ante el PSG a media semana, el equipo salió con la idea de liquidar temprano el encuentro ofreciendo un recital de fútbol en la primera mitad, cuatro goles anotados por Cesc y Alexis, con doblete cada uno, Cesc supliendo con creces la ausencia de Messi, asumiendo su papel protagónico en ataque, desmarcándose, abriendo a las bandas, regateando, cubriendo el balón y sobre todo marcando goles. Entre Cesc y Alexis fueron una pesadilla para la defensa del Mallorca que no les encontraron la vuelta en todo el partido. Lo de Alexis es meritorio y lo he venido diciendo desde que algunos se dieron a la tarea de criticarle por cada pase y gol errado del chileno, pero si algo tiene es su rol de sacrificio para defender y recuperar el balón en la salida de sus rivales y lo mejor es que nunca deja de intentarlo, aunque falle cada ocasión que se le presente. Esta noche marcó 2 goles y se entendió a la perfección con Cesc en ataque, se le agradece que luche siempre y que siga empleándose a fondo para seguir compitiendo por ser titular. Cesc marcó el 5° y definitivo gol de la noche, ambos hicieron un partidazo.
Lo mejor de la noche fue sin dudas el retorno de Abidal a las canchas, entró de cambio por Piqué y se llevó una ovación estrenduosa de todos los rincones del planeta, 402 días después el francés volvió a vestirse de corto y pisó nuevamente el Camp Nou, con la afición rendida a sus pies, celebrando la vida, celebrando la victoria de la vida sobre la muerte, Abidal y Tito, ambos han hecho su lucha, una batalla en la que no estuvieron sólos, sus compañeros les arroparon y les apoyaron hasta su retorno. Estos momentos en el fútbol y en la vida no tienen precio.