El Barca no pudo con el Real Madrid en la vuelta de la Supercopa de España, y yo aún no me creo lo que vi en el encuentro, un Barcelona totalmente perdido durante casi toda la primera mitad, es imposible creer que Xavi, Iniesta, Messi o Busquets no pudieran hilvanar siquiera una jugada clara en el mediocampo, totalmente destruído por la presión blanca, que desde un inicio salió con la idea entre ceja y ceja de conseguir ese gol que le diera el título, no encontró solo uno sino dos goles productos de la presión madridista en media cancha y sumado a esto, los errores en defensa que prácticamente sepultaban al Barca y por si esto fuera poco, la expulsión de Adriano condicionó en gran parte el desarrollo del juego para el Barca.
Pero esa expulsión si bien evitó que el Barca tuviera mayor presencia si ayudó a reordenarse, las posiciones, las marcas, la intensidad y la garra se hizo palpable, el juego del Madrid mermó y perdió el balón, eso sí, el Barca tuvo la más clara en el golazo que marcó Leo Messi de tiro libre, la única opción durante 45 minutos, increíble, el Madrid jugó quizá el mejor fútbol que haya hecho ante el Barca en los últimos años, creo que todos pensábamos que podían devolver el 2-6 o un 5-0, pero la realidad fue otra, Mourinho reajustó a su equipo y lo metió en la cueva, nuevamente esperanzado a que el pelotazo le abriera el camino a una goleada, pero ésta no llegó.
El Barca después de la expulsión y en la 2a mitad, fue mucho más preciso, manejó mejor el balón e impuso condiciones, eso si, cada contragolpe blanco era un dardo envenenado que hacía daño al Barca, pero de alguna u otra forma no llegó un gol más en contra, Valdés -seriamente cuestionado por su error en el juego de ida- salvó 3 claras ante Higuaín y una más contra Kedhira, de no ser así, el marcador sería de 5 goles para arriba, pero Valdés mantuvo con vida al Barca y fue cuando aparecieron Busquets para dar ese equilibrio en la media cancha, Xavi e Iniesta en la creación y Messi que quería pero no podía, la marca madridista era exageradamente sólida, el Barca no encontraba el camino, pero contó con 4 claras, 2 de Pedro, una de Tello y la última de Messi que pasó raspando el poste derecho de la meta blanca, el Barca estuvo más cerca jugando con 10 que con 11 mientras el Madrid sufría su peor pesadilla, el Barca lo encimaba más y más pero el marcador no se movería más.
El Barca demostró que fue fiel a su idea, a su estilo, no desfalleció nunca en intentar empatar el encuentro, y dejó muy en claro, que muy Madrid podrá ser, pero ni aún con un jugador más, el Madrid pudo demostrar de una vez por todas que entre ellos la iguadad es cada vez más palpable, no pudo dar un golpe de autoridad, no pudo demostrar que cada vez su fútbol -aunque diferente- los acerca más y más a la igualdad, en el que cualquiera puede ganar. Para el Barca queda la lectura de saberse que ya no es superior al Madrid, que eso quedó atrás en la historia, en los 14 títulos ganados por Pep, y que con eso no podrán seguir ganando si no se creen que para volver a ser históricos es necesario bajar de la nube de la perfección y luchar y trabajar por volver a encumbrarse como el mejor del planeta. Hasta entonces y prepararnos hasta el siguiente clásico.