Hace unos días Pep Guardiola anunció su salida del Barca y en verdad se puede decir mucho al respecto, como que si el ciclo acá termina o si el Barca será el mismo después de su partida. En verdad si habrá diferencia entre el Barca de Pep y el de Tito, pero si algo estoy seguro es que la identidad en el club no se perderá porque se vaya uno o venga otro, pero el mensaje es claro, la continuidad está asegurada con Tito en el banquillo, es una propuesta arriesgada como lo fue la de Pep en su día, pero qué más puede pasar, repetir y continuar el ciclo ganador o en su caso conseguir a otro técnico con mayor equipaje en la espalda al finalizar la siguiente temporada.
Durante casi 22 años he seguido al Barca, es decir desde que soy muy pequeño, y en todo ese tiempo fui testigo casi de la última parte del Dream Team de Cruyff -si tuve la oportunidad de ver la primera Copa de Campeones (Champions) por Guardiola- y desde entonces creo que el Barca jamás jugó de igual forma, hasta la llegada de Pep al banquillo del Barca, fue entonces cuando la visión del fútbol del Barca cambió, las bases y su forma de producir jugadores ya estaba vigente, pero la explosión de los grandes jugadores y de una forma diferente de ver y jugar al fútbol la consiguió éste señor que se marcha dejando un gran legado en la historia de este club.
A Guardiola se le debe mucho, no tanto por lo que dio como jugador, sino también como entrenador, supo ver las virtudes en sus jugadores y sacar el máximo provecho incluso de los defectos de cada uno de ellos, cambió la visión del aficionado en torno a los rivales, con él se aprendió a ser humildes en la victoria y a levantarnos en la derrota, que el fútbol es un juego asociado en el que si dejas de correr dejas de ganar, que el mejor amigo de un futbolista es el balón y si no lo tienes pierdes el arma principal para ganar los partidos, en fin, se pueden decir muchas cosas sobre él, pero si algo destaco y en lo personal es lo que más he notado incluso en los aficionados es que supo desterrar el revanchismo y optó por hablar en la cancha y no con un micrófono, dejó las salas de prensa para los habladores y se dedicó a levantar títulos, a conseguir victorias, a dejar grabado en la historia a este Barca como el que mejor fútbol practica en todo el planeta. Me dirán que bajo su mando ha tenido a una incontable e inigualable cantidad de grandes jugadores que hasta cierto punto hicieron más fácil su trabajo, es probable que tengan razón, pero el mérito no es ganar cuando los medios están presentes, sino hacer que estos jugadores sigan con el hambre de triunfos temporada tras temporada, el mérito es haber logrado traducir ese juego vistoso en algo más que una victoria, lo tradujo en títulos, que tanta falta le hacían al barcelonismo.
Guardiola representó la identidad de un club lleno de grandes jugadores, y que aún en la victoria han sido humildes y curiosamente esta humildad se refleja hasta en nosotros que somos unos simples aficionados a esa camiseta, a Guardiola se le debe mucho, es tarea de los que vienen continuarla y a nosotros, nada más el tiempo nos dirá en qué lugar de la historia quedará este Barca de Pep, pero sinceramente tengo 22 años viendo fútbol y puedo decir, que en mi vida vi un equipo jugar y ganar de esta forma, el mérito no es sólo la victoria, sino el camino para llegar a ella.
Espero que este no es un adiós definitivo, sino un hasta luego.
Grácias Pep, lo hemos pasado bien!