Nada de fiestas de fin de año, celebración por el día de la secretaria, del contador o de la enfermera; se acabaron las amenas y extensas charlas por teléfono móvil y los seminarios pagados por el Gobierno –a menos que esté relacionado al trabajo que el empleado desempeña— y no más bonos ni vales de consumo o para combustible. Eso se acabó.
Así de claro lo dijo ayer el presidente Mauricio Funes cuando anunció las medidas de austeridad que implementarán no sólo en lo que resta de este año, sino durante los ejercicios fiscales venideros.
Esta decisión ha quedado plasmada en un decreto ejecutivo que Funes firmaría ayer y del cual no entregaron copia, sino que dijeron que se tendrá el resto de los detalles cuando sea publicado en el Diario Oficial.
Explicaron que la lista con el recorte en los gastos es extensa, pero el mandatario destacó las áreas más significativas donde apretarán el cincho para lograr un ahorro en los gastos, que según explicó el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, serían $75 millones en los próximos seis meses.
“Hemos calculado que en los próximos seis meses podríamos ahorrar alrededor de 35 millones de dólares en materia de recursos humanos y alrededor de 40 millones en bienes y servicios, que es donde más se puede hacer”, dijo Cáceres.
Algunas de las medidas de austeridad son las compras masivas –mediante un mecanismo de coordinación entre las instituciones– de bienes de consumo como papelería de oficina, agua embotellada, y servicios estratégicos como telecomunicaciones, vigilancia, limpieza. La idea, explicó Funes, es que al hacer compras por mayor logren precios bajos y así ahorrarse miles de dólares.
La cultura del reciclaje y la rotación de recursos entre las dependencias estatales será otra de las disposiciones, por ejemplo, indicó el presidente, la reasignación de vehículos.
Funes comentó que esa idea parte de que han encontrado que en algunas instituciones tienen más autos de los que necesitan y otras que carecen de ellos.
Luego comentó otro ejemplo. Dijo que en el Instituto Nacional de los Deportes (Indes) encontraron cerca de tres mil colchonetas que estaban en una bodega desde 2002 y no se habían utilizado, y en contraste con esa abundancia, hay delegaciones policiales y algunos cuarteles en los que los agentes duermen en condiciones deplorables. Por lo tanto, las repartirán entre el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y el de Defensa, al igual que unas camas y camarotes que están en perfecto estado, dijo.
“Hay lugares donde pernoctan los policías, donde descansan, donde tienen que dormir en el suelo algunos u otros en camas con resortes a la vista y sólo colocan periódicos, revistas o cartones para poder dormirse”, comentó el mandatario, quien afirmó que investigarán en qué condiciones fueron compradas y por qué han estado guardadas en una bodega tantos años sin que hayan sido utilizadas.
Además, en el nuevo gobierno estará prohibido autorizar el uso de plazas vacantes por contrato; y otorgar gastos en representación, cuotas de combustible, vales de consumo, bonos y gratificaciones por ser éstos “complementos discrecionales no consignados en la ley”.
Más recorte de gastos
Otra disposición es que los vehículos nacionales serán utilizados “únicamente para el cumplimiento de misiones oficiales y no para fines particulares”, ya sea en horas laborales o no, por lo que suspenderán la asignación de autos placas “N” a los mandos medios y empleados en general, y cambiarán las placas “P” asignadas a vehículos oficiales, excepto los carros que ocupa el Organismo de Inteligencia de Estado (OIE) y la PNC para investigaciones.
También van a racionalizar el combustible, mediante un control basado en los kilómetros que recorra el vehículo durante las misiones oficiales, por que hay un gasto excesivo del combustible, dijo el presidente. Y no comprarán autos nuevos.
Asimismo, recortarán gastos en arrendamiento de bienes inmuebles, ya que hay alquileres de edificios demasiado elevados, por lo que se apoyarán de otras dependencias.
De igual forma, suspenderán la participación de directores, ejecutivos y demás empleados públicos en congresos, seminarios y eventos similares que no estén relacionados con su labor y que el Estado deba pagar los pasajes, viáticos, gastos de representación y otros, a menos que lo delegue el titular de la entidad.
La administración Funes también racionalizará los gastos en publicidad, pues sólo lo harán cuando quieran divulgar o informar “sobre cumplimiento de metas estratégicas”.
El uso de teléfonos celulares será de consumo limitado y el que se exceda de la cuota deberá pagar el gasto extra.
Por último, Funes informó que disminuirán el financiamiento de eventos sociales como fiestas navideñas o conmemoraciones del Día de la Secretaria, del Contador, de la Enfermera y otros. Ahora serán “fiestas modestas”, si los fondos de la institución lo permiten.
FUENTE: www.elsalvador.com