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El segundo clásico de la presente temporada ha finalizado, cabe descatar y resaltar que el Real Madrid ha subido un peldaño más en su intento por ponerse a nivel del Barca, ha sido un equipo mucho mejor conjuntado, que se dedicó a jugar al fútbol y prueba de ello fue que el Barca jamás estuvo cómodo en la cancha y tuvo que multiplicar esfuerzos para levantar la Supercopa. Desafortunadamente, al igual que los últimos clásicos, éste no fue la excepción y terminó de la misma manera como los muchos anteriores, con peleas y expulsiones, ésta vez, para ambos equipos.
Vergonzosa, la actitud del técnico portugués, cobarde, alevosa y premeditada, no existen calificativos lo suficientemente acertados para describir la actitud de Mourinho con el segundo de Guardiola, Tito Vilanova.
Un técnico que se cree el más grande de todos, ha ensuciado el escudo del equipo al que defiende y ha ido más allá, al pensar que todos somos comprados con tierra, que no hemos visto la barrabasada que ha hecho, y por si fuera poco, sufre de memoria selectiva cuando le preguntan por sus actitudes, argumentando que es “lo de siempre”, “que no le conoce”, hipocresía pura.
En fin, todo esto se veía venir y ahora no ha hecho más que quedar en evidencia ante todo el mundo en vivo y en directo, la actitud de un técnico que no sabe perder, de los jugadores que hasta hace unos años, eran profesionales cuando les tocaba perder y mucho más cuando eran ellos los vencedores, comentarios sin sentido de su capitán Casillas que desde que el portugués ha llegado a dirigirle ha perdido el rumbo y ha hecho propio el discurso de su técnico, aún me cuestiono si lo de Iker es tan solo por no ocasionar división en el vestuario o porque en verdad predica con el evangelio de Mourinho, pero más claro que el agua no puede ser todo esto, el culpable es Mourinho, por su discurso, por lo que siembra, por su boca, por su estilo, porque pasa por encima de un club con mucha más historia y mucho más prestigio que él, hasta cuando se darán cuenta, que esta persona le hace un daño irreparable a este equipo que presume de un gran señorío? Si, ese mismo que defienden sus jugadores y que con tanto sudor se encargaron de cuidar, Raúl, Hierro, Sanchís, Zidane, el Buitre… sin palabras.
Marcelo y Pepe son los principales aplicadores de la Ley Mourinho, dar leña y después esperar a ver qué pasa, el antifutbol personificado y la frustración que se cuela por las venas de estos jugadores, al ver que son incapaces aún jugando al 100% de vencer a su rival que les ha dado por todo el orgullo simplemente jugando al fútbol.
Sería el mejor encuentro que hemos vivido desde aquel épico 3 a 3 en el Camp Nou, pero Mourinho y sus secuaces han ensuciado un bello espectáculo, otra vez si, perdiendo los papeles y demostrandole al mundo entero que este Real Madrid hoy por hoy, no sabe perder.
El video es tomado del blog de Cristian Pulina
