Se trata del primer cementerio solar del mundo. Ubicado en una localidad periférica de Barcelona, España, hace poco menos de un año entraron en funcionamiento 462 placas fotovoltaicas que generan unos 100kw de electricidad.
Si bien era un sitio que ya tenía un uso específico, el de ofrecer descanso a los muertos, a los responsables del cementerio de Santa Coloma de Gramanet se les ocurrió que podían aprovechar las extensiones de terreno para generar energías limpias.
“Vimos que en las cubiertas de los nichos, al igual que en plantas industriales, se podían utilizar para generar electricidad a partir del sol”, le explica a BBC Mundo Esteban Serret, responsable de Live Energy, compañía que gestiona esta iniciativa.
Tres años les tomó armar el plan. La idea parecía no tener desventajas, pero había que actuar con pinzas, pues se trata de un campo santo. “No tiene impacto ambiental, más allá del paisajístico”, aclaró Bellete.
En esta especie de mini urbanización póstuma, con bloques de nichos de cemento adornados con flores, había que diseñar un sistema de placas fotovoltaicas que estuviera en armonía con la arquitectura del recinto.
Como hay que tomar en cuenta la situación (de pena) en que se encuentran las personas que visitan el recinto, hubo que sacrificar una orientación más ideal de las placas por una que no molestara a sus usuarios
“Aunque podemos generar hasta 600kw, por la disposición de los nichos, sólo podremos llegar a los 400kw”, aclara Serret, quien también comenta que para aprovechar mejor los rayos del sol habrían tenido que elevar más las placas.