El Madrid sufrió un nuevo fracaso, y con ello las urgencias de hacerse –al menos- con el doblete se esfumaron. Ya fue el turno de la Copa del Rey, ahora les llegó el fantasma de la Champions League al sumar su sexta eliminación en forma consecutiva ante un equipo al que no consiguen vencer en los 6 encuentros que han disputado en la máxima competición europea, el Olympique de Lyon, equipo que lo ha puesto en su sitio, y al que únicamente le ha logrado sacar 3 empates, nunca lo ha vencido, el resto son victorias para el equipo francés.
El colmo de éste equipo llega justo cuando a bombos y platillos han intentado ganar a sus rivales sin siquiera jugar los partidos, y luego de la resaca vivida ante el Sevilla, se hacían ya victoriosos y dueños de la orejona, cuya final se disputará en Mayo en el Santiago Bernabéu. Menospreciar al rival, siempre ha sido el principal defecto de los grandes equipos en el fútbol, y el Madrid siempre cae en éste error, ya le sucedió en incontables ocasiones, llámese Juventus, Milán, en la fase de grupos de la presente campaña, y los más sonados, el Alcorcón y ahora el Lyon; pero en sus anchas cabe la idea que por ser considerado como “el mejor equipo del planeta fútbol”, esto les da derecho a vencer a sus rivales sin siquiera poner un pie en la cancha, y esto a sabidas cuentas, en el fútbol se paga muy caro.
Ni taconazos, ni fintas, ni regates, ni mucho menos juego de lujo, nada de eso, el Lyon jugó como hombrecitos que son, ante los ya mencionados “modelitos” del Madrid, Kaká, CR9 y compañía, juego simple y vertical, y velocidad al contragolpe fueron las claves para que el Lyon dejara a su favor la eliminatoria, más éste Madrid colmado de billetes y confianza en exceso dio cuentas a una afición que recriminará a lo largo del año el no conseguir los títulos a pesar de contar con la plantilla más cara económicamente hablando, aunque de fútbol, ese se olvidaron de comprarlo.
Culpables, seguro que el principal para muchos es el Técnico, pero no lo creo así, pues poner a empresarios a dirigir y comprar jugadores con el afán de aumentar el marketing y los ingresos del equipo, no compensan los fracasos deportivos que vendrán –como ha sucedido-, la ilusión que generó éste proyecto, la realidad se ha encargado de poner cada cosa en su sitio y de darle al equipo blanco, dos cucharadas de humildad, una en la Copa y la otra en la Champions.
Queda claro que gastar tanto dinero en un megaproyecto futbolístico no es sinónimo de buenos resultados, ni mucho menos de títulos, ahora, solamente les queda la fantasía, la jugada mágica, el tacón de lujo, la remontada épica, pero eso no basta, al menos ya no para lo que resta de la temporada, ahora se les viene la Liga, líderes, por diferencia de goles, con el rival en la nuca, con las lupas del mundo puestas sobre sus pisadas.
Y su rival? fue simplemente un equipo de fútbol, de esos en los que se juntan 11 jugadores y lo hacen como si fueran uno solo, cuyo afán no es ser vistoso, no es hacerse famoso con regates y jugadas de fantasía, sino, hacerse un lugar en la historia del fútbol, que tantas alegrías nos regala, el Lyon, solamente fue un verdadero equipo y no individualidades.
El dinero no compra el Fútbol.