El Barcelona encumbró hoy una temporada de ensueño, similar a la de 2009, pero a la que le faltó un título para igualar el último y único hito histórico de la institución azulgrana al mando de Pep Guardiola.
Ahora, bajo la tutela de Luis Enrique, consiguió el quinto título de la temporada, el Mundial de Clubes que lo corona como el mejor equipo del mundo y al que asistió con todas las ganas de victoria y con la intención de volver a ganar por tercera ocasión, el título que lo pone en la historia como el único en ganar en tres ocasiones dicho certamen.
River, fue más corazón y pierna que ideas y fútbol. La intensidad en la línea alta y la presión en la salida, obligó al Barça a buscar y pensar más rápido el siguiente pase, tarea que para el azulgrana ni es nueva ni mucho menos imposible. El manual de estilo es lo que vimos hoy en el Yokohama Stadium, una victoria donde el colectivo regresó para coronar una magnífica temporada y donde el tridente, la MSN también encontró su espacio y dejó su nombre en la historia.
Decía Menotti que no era la mejor delantera del mundo, quizá razón no le falta, pero en cada encuentro siguen enterrando las versiones de los falsos profetas que atestiguaban una debacle con tres gallos del mismo corral, y es que, Neymar, Messi y Suárez fueron los partícipes y orquestadores de esta enorme victoria.
Messi abrió la lata, con una asistencia de cabeza de Neymar y prácticamente enterró todas las aspiraciones de los argentinos de poder conseguir la hombrada, esa que buscaban con más pierna fuerte que fútbol.
Con el gol, River tambaleó y perdió el rumbo, ya no presionó y el Barça llevó la manija del encuentro.
Cinco minutos después de iniciar la segunda parte, Luis Suárez ampliaría la ventaja. El 2-0 que prácticamente dejaba sin ninguna chance a River, más que por el resultado que por lo que cada uno hacía en el terreno de juego.
El monólogo del Barça fue evidente, la tuvo Messi, el mismo Suárez y hasta Neymar.
Pero la cereza al pastel la puso nuevamente el uruguayo, Suárez recibió un bombón de Neymar en forma de centro, y el delantero, el mejor 9 del mundo la mandó a guardar a la red. Era el 3-0 y el punto final a una noche histórica.
El Barcelona reina nuevamente el mundo del fútbol.
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