Cristiano fue todo el Real Madrid y el equipo merengue sacó la aplanadora, o más bien fue el portugués el que hizo y deshizo a su antojo a un pobre Espanyol que buscó festejar y homenajear a Tamudo, pero fue el luso quien se llevó el premio gordo del encuentro.
Marcó 5 de los 6 goles de su equipo ante el Espanyol y con ello le entregó una victoria a Benítez y a los suyos, pero además, dejó al portugués con una de las mejores actuaciones que se le ha visto en los meses que anteceden, en todas las competiciones.
En menos de media hora, el Madrid ya lo ganaba 4-0, tres de Cristiano y uno de Benzemá, ante la mirada incrédula e impotente de la afición y del mismo equipo periquito, que poco y nada hizo para evitar la debacle.
El mensaje del presidente en la previa de “Les vamos a dar guerra”, quedó en nada. Destruído y derrotado, el Espanyol soportó una goleada histórica y sumó 18 encuentros sin conocer la victoria ante el conjunto merengue. Asímismo, vivió una de sus peores derrotas que se recuerdan en su nuevo estadio.
Cristiano superó los 228 goles de Raúl, y rompió la sequía de no anotar en los dos primeros encuentros de liga.
El portugués, redondearía la goleada, con dos tantos más al 61′ y al 81′ para firmar una nefasta presentación de un desdibujado Espanyol que vió a Cristiano como la máxima figura del encuentro, que además de sus cinco tantos, también se dio el lujo de firmar la asistencia del sexto gol. Nada mal.
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