Del encuentro ante Canadá se pueden sacar muchas lecturas, y quizá la que prevalece por sobre todas, es que la Selecta disputó un aceptable y notorio encuentro, y que únicamente le faltó el gol.
Precisamente la sequía goleadora es lo que más nos pesa. El equipo de Roca logró ante Canadá mantenerse en cero y evitar una derrota ante un rival histórico que de una u otra forma nos tiene tomada la medida, pero todo ello sirve de poco o casi nada, si adelante, nosotros a pesar de llevar peligro, no somos lo suficientemente capaces de concretar las que creamos.
Irving Herrera demostró tener agallas (por no decir otra cosa) para ser el delantero de la selección, ¿y por qué no? tuvo hasta tres ocasiones para abrir el marcador, desafortunadamente le faltó la precisión y la tranquilidad para convertir las que le llegaron, además de compañía adelante, pero demostró que con más minutos y confianza podría llegar a ser el “as” bajo la manga que Roca y la Selecta necesitan.
El gol, lo más preciado, no llega, al menos no en los momentos de necesidad y en los torneos donde en verdad valen su peso en oro. Hasta hoy, hemos navegado con poco éxito en el área rival, claro, a excepción del encuentro ante St. Kitts y Nevis, por lo demás es un hecho innegable que de cara a gol seguimos careciendo de efectividad, y también un poco de suerte.
En la Copa Oro, el primer encuentro lo saldamos sin goles, ahora se vienen Costa Rica y Jamaica, dos rivales que si o si tendrán más de dos clara para poder marcarnos, ¿podremos nosotros conseguirlo?
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