Si había un jugador que quería volver a sentirse como tal, ese era Suárez. El uruguayo al que muchos ningunearon de su alto precio y poco rendimiento enfundándose la camiseta azulgrana, ha puesto el punto de mira entre gol y gol, y hoy mas que nunca Luisito ha gestado y demostrado que a pesar de ficharle durante el cumplimiento de una sanción lo que menos olvidó es como desparramar defensores y ser un verdadero killer del área.
Mientras los había, quienes aseguraban que Suárez no era un gran jugador -Florentino dix it- el uruguayo se encargó de cerrar esos túneles en forma de boca a fuerza de goles, mismos que han sufrido sus detractores en carne propia y en meta ajena.
Para Luis el encuentro ante el PSG, en Parc des Princes, no fue uno mas, si no quizá el mejor vistiendo la elástica del Barça, y es que su regate mágico y su olfato de gol permanece intacto, a pesar de las noches de sequía y de enemistad con el arco rival. Ahora se marcó un doblete, uno con un monumental caño incluido a David Luis – quien seguro tuvo pesadillas- y ayudó a que su equipo sacara una enorme renta en el encuentro de ida como visitante.
Si bien, en lineas generales el Barça sufrió lo mínimo aunque pudo haber echado por tierra el trabajo previo en los últimos minutos del encuentro, completó un partido inteligente, en el que apeló a las figuras para llevarse la ventaja al Camp Nou.
Un 1-3 que pone las cosas de cara pero no es un resultado definitivo, antes habrá que jugar la vuelta, en el que ya muy probablemente regresarán los ausentes en la ida, por lo que, si el Barça lo hace bien, el boleto a semis será suyo.