Que el Atleti hoy estuvo contra las cuerdas es una verdad absoluta, eso sí, el equilibrio llegó más tarde que temprano, pero el colchonero logró mantener la cordura y sobre todo colocar un muro en forma de arquero para evitar el sonrojo y una cuasi cantada derrota. Si la figura para uno de los rivales es el arquero, la cosa no pintó nada bien para ellos, y efectivamente, el Atleti sufrió demasiado ante el Real Madrid. Algunos dirán, que para eso está el arquero, para atajar y detener cualquier arsenal, cualquier ofensiva y cualquier ataque, pero lo de hoy fue una suprema actuación del meta rojiblanco.
Si el Madrid es incontestable en ofensiva, el Cholo team lo es en intensidad, pero en este primer round, el Madrid se topó con un muro llamado Oblak, que detuvo todo lo que el conjunto blanco propuso y sostuvo en la pelea al colchonero, y con ello, acrecentó de sobre manera sus opciones para la vuelta a disputarse en el Bernabéu, y no porque sea fácil, sino porque en los últimos el derbis, el colchonero suma más alegrías que amarguras.
El meta rojiblanco participó hasta en cinco ocasiones para mantener la portería sin goles, y eso, a vista de cualquier análisis, no puede ser algo diferente a que la superioridad del Real fue contundente, aunque a la postre, la balanza no estuvo a su favor en el resultado.
La intensidad madridista ni su empuje ofensivo se tradujo en goles sino en un querer y desear pero se tuvo que conformar con el empate y tener que sentenciar en la vuelta. Al Atleti en cambio, el empate lo sostiene en la lucha por un boleto en semis, alarga la racha sin victorias del conjunto blanco ante el colchonero y en el mejor de los casos lo posiciona con sendas opciones para amargar a su vecino en otra noche europea.