“La Fe mueve montañas”, también ayuda al creyente a hacer posible lo que parece difícil de conseguir.
Atlético Marte logró algo que hasta hace muy poco parecía que era un barco a punto de colisionar o un avión en caída libre.
Emparejado en el descenso con Pasaquina, cada fin de semana es un duelo a muerte entre estos dos equipos que buscan que uno o el otro sea el relegado cuando la temporada regular llegue a su fin.
Si Pasaquina llevaba visos de lograr la salvación mucho antes que el cuadro bombardero, en esta fecha se confirmaron realidades dispares entre ambos y movimientos importantes en la tabla acumulada.
El Atlético Marte se plantó en la cancha de San Juan Opico, ante Juventud Independiente, equipo sólido jugando en casa, pero que, esta vez las ausencias en sus filas le pasaron facturas a la hora de rendir cuentas. Si los opicanos son uno de los equipos que mejor fútbol ha hecho durante el torneo junto a Santa Tecla, el cuadro marciano es el tercero en discordia que si bien su juego no deslumbra, pero su empuje y sus ganas lo han llevado a salir del fondo de la tabla acumulada, sobre todo en esta segunda vuelta, donde a pesar de sumar dos derrotas, también han logrado llevarse tres victorias a costa de Águila, UES y esta vez ante Juventud Independiente.
Han sido 9 puntos que han servido de salvavidas para que el bombardero tenga la esperanza y la fe de no perder la categoría, esa misma que a día de hoy lo mantiene vivo y con la mirada puesta en la salvación. La victoria, esta vez ante el cuadro de Opico, trabajada, complicada pero de mucho valor, realza mucho más las buenas sensaciones que de aquí hasta que esto termine, Atlético Marte no bajará los brazos y seguirá teniéndose fe para quedarse en primera división.