Águila transita por un momento de dudas, las dos derrotas consecutivas ante Alianza y Atlético Marte han encendido las alarmas en el nido aguilucho, a pesar de los intentos de los técnicos por minimizar el efecto de no ganar ninguno de sus últimos dos encuentros en el Cuscatlán.
Una de las claves de esta pequeña crisis aguilucha la describe el mismo Óscar Cerén, en declaraciones a El Gráfico: “Creo que hemos fallado en estos dos partidos en no jugar como lo veníamos haciendo anteriormente, siempre luchando desde que iniciábamos los partidos hasta que los terminábamos”. Pero probablemente esta sea tan sólo una de las razones por las que a Águila le está costando hacer las cosas igual o mejor de buenas que como las venía haciendo durante la primera vuelta, donde incluso mantuvo el liderato, pero fue perdiendo gasolina a medida avanzaron las jornadas.
Si ante Alianza, tuvo durante toda la primera parte serias dudas en su juego, y no fue sino hasta bien entrada la segunda mitad donde el equipo reaccionó y buscó el empate, en base a desarrollar mejor fútbol, pero dicho empuje tardío no fue suficiente para no perder, es cierto, anotó dos goles que fueron anulados, y de los cuales al menos uno era legítimo, pero con el plantel que tiene Águila, especular y tirar de excusas para sacar resultados no es el camino. En este partido el negronaranja se atragantó y se vio expuesto durante buena parte del encuentro, Alianza le encimó y lo mantuvo encerrado en su campo, y solamente veía la luz cuando se jugaba al balón largo buscando las referencias en ofensiva. Pero esa tampoco fue una solución válida.
Ante Atlético Marte, las cosas cambiaron en su desarrollo más no en el resultado. El esquema un tanto reservado que sacó Valdés, con un Baires demasiado retrasado en su posición, mermó la fabricación del juego, el “saviolita” se vio asfixiado en la línea de volantes marciano y tampoco pudo ser clave en el juego aguilucho. Quizá un apunte muy personal sea que Baires pueda no estar al 100% de sus capacidades, y es que hasta antes de estas dos jornadas había sido una mancuerna muy peligrosa junto a Cerén, pero en estas dos derrotas, Óscar se quedó huérfano en acompañamiento y ha tenido que remar solo contra la corriente, eso sí, apoyado en banda por Ibsen Castro, que ha sido otro baluarte en ofensiva y entre los dos han conseguido ser un puñal por banda derecha, aunque de momento, ni sus centros ni sus cabalgadas han podido ser aprovechadas por sus compañeros dentro del área.
Ahora, lo de Baires puede tener una explicación, y es que la falta de acompañamiento que además, presenta, se le suma el hecho que tras de sí tiene una línea defensiva demasiado cerca y además, muy alejado de la línea de ataque, que es la zona donde mejores resultados le dio a Valdés y además a Nicolás y Reyes. Atlético Marte encontró demasiados espacios por los cuales transitar, abrió perfectamente las bandas, y fue en la banda izquierda donde más daño llevó, Adorni se dio un festín por la banda de Deris y fue ahí precisamente donde Águila sufrió en demasía por los espacios otorgados.
Dicho sea de paso, a Águila le falta juego y es que no es posible ocultar que tiene un problema en el mediocentro, Baires no está siendo el referente ni orquestador del juego, y esa responsabilidad cae en Cerén, pero su juego vertical y tirado por banda no ha encontrado referentes a la hora de definir. Consecuentemente, Reyes y Nicolás han tenido que lateralizar su juego ya que por el centro le está siendo difícil soltarse y recibir los balones que necesitan para concretar. Punto aparte, es que Águila ha tenido que buscar demasiados balones largos para superar el vacío en el mediocampo y encontrar referencias ofensivas, y esto, teniendo a jugadores que son talentosos de mediocampo hacia adelante, no sólo es un punto clave sino también un pecado para un equipo que tiene con qué jugar pero que no ha podido encontrar la llave para hacer un mejor fútbol.
En el horizonte llega FAS al nido aguilucho, otro encuentro que pondrá a prueba a Valdés y a los suyo, un encuentro que no podía llegar en mejor o peor momento, mejor para intentar salir del bache de resultados, o peor, si las cosas siguen en caída para Águila. Tropezón o caída lo sabremos después que se juegue el clásico nacional.