El Real Madrid no encuentra a quien culpar

La derrota del Madrid sufrida ante el Alcorcón, un equipo de tercera división no hizo nada más que acrecentar las dudas vertidas sobre el plantel dirigido por Manuel Pellegrini, las malas decisiones deportivas tomadas por Valdano y el “gano todo con dinero” de Florentino.
No hace falta ser un genio del fútbol para darse cuenta que existen ciertos conceptos futbolísticos que ya son aprendidos por los jugadores desde que se entra en una cancha de fútbol, los desmarques, los relevos, la contención, pero algo muy fundamental, el menosprecio a los rivales considerados de menor calidad.
La altanería de la plantilla madridista vivió una pesadilla, grandes errores en la marca, y un equipo que se agrandó hasta conseguir una histórica victoria ante uno de los grandes equipos de España.
Lo del Madrid es vergonzoso, incoherente e irrespetuoso, sobre todo para su afición, que han puesto se ilusión en un cuadro multimillonario, obligado si o si a ganar cuanto deba jugar, pero la realidad es muy diferente.
Surgen las comparaciones con su acérrimo rival, pero decir que uno es mejor que otro es más fácil cuando el otro se encuentra en un abismo, pero para comparaciones, la más clara es la continuidad de un equipo contra los resultados a corto plazo que el otro desea obtener, planear y jugar durante 20 años con el mismo estilo es lo que hoy ha encumbrado al Barcelona, aunque es de hacer notar que el equipo azulgrana durante ese tiempo ha vivido momentos de crisis de resultados enormes y ha visto como jugadores de media calidad han desfilado por sus camerinos.
Pero el problema del Madrid no descansa en el técnico, eso creo que el mundo debe tenerlo claro, nadie puede construir una casa donde las bases se han plantado sobre el fango, es además de irresponsable una aberración para el buen criterio y sano juicio de un conocedor de fútbol, y lo peor aún, es cuando te imponen jugadores que seguramente -como se está viendo- no encajan en tu estilo de juego.
La vergüenza no debería ser del técnico, deben ser los jugadores, pues son los que están dentro de la cancha y son los que deberían seguir las instrucciones, el estilo de juego, pero sobre todo destruirse la vida por ganar 3 puntos, por conseguir un título, o por conseguir un triplete -como el Madrid se lo viene cantando desde que Florentino llegó a la presidencia-.
Está claro que el dinero no compra el buen fútbol, creo que el presidente debería echar mano de ello, pues es la segunda oportunidad, y generalmente, las segundas partes casi nunca fueron buenas.