Para Águila, el encuentro ante Juventud Independiente era vital, y ganar, si o si, daría un nuevo golpe sobre la mesa y acrecentaría aún más sus posibilidades y su margen de mejora en el presente torneo, además, el reencuentro entre Oscar Cerén y su ex equipo, levantó ciertas suspicacias ante la posibilidad de marcarle nuevamente.
Y es que como dicen, “para que la cuña aprete tiene que ser del mismo palo”, así, se cumplió lo pronosticado, y Oscar Cerén marcó el tanto de la victoria, con el que Águila venció a los de Opico, en un encuentro aguerrido y marcado por la polémica de un gol que no debió contar por una falta cobrada directa que el árbitro había señalado doble, pero que finalmente concedió el gol del empate transitorio para los opicanos.
“No pain, no gain”, algo que se dice siempre cuando algo cuesta, pero que vale la pena sufrir para ganar. Águila, debió sufrir para conseguir la victoria, apretada por si también, pero que vale igual que goleando. Pero, para Águila tampoco es el único encuentro sufrido en el que ha salido victorioso. Ya tuvo que sufrir con Metapán y con la UES para ganar de local, y además, pudo haber cosechado un empate en la que finalmente fue victoria ante FAS, al no poder matar a su rival y terminar con más lucha que solvencia esos encuentros.
Aún así, como dijo Dely Valdés, el equipo ha mejorado, está como segundo clasificado a uno de la punta que ostenta el Santa Tecla, cuenta con una de las duplas más temidas con Reyes y Muñoz, aunque el panameño es la carta de presentación ofensiva para el emplumado, se mantiene viva la esperanza que Williams por fin rompa el maleficio y se estrene con la camiseta negronaranja.
Por de pronto, Águila se prepara para el derbi migueleño ante Dragón.