Santa Tecla demostró que en su territorio no es un rival fácil. Aquí llegaron FAS y Águila y se marcharon apenas con un empate, mientras que Juventud Independiente se marchó con una derrota en los bolsillos.
Ahora, le correspondía el turno a Dragón para medir fuerzas con el cuadro tecleño, que no en vano se encuentra en las primeras posiciones de la tabla de clasificación, mientras, que el cuadro mitológico, recién intenta ver la luz al final del amargo camino con el que inició el actual torneo.
El cuadro tecleño inició como era de esperarse, proponiendo, manejando el esférico y abriendo la cancha por las bandas, a sabiendas que, un mal ataque lo dejaría mal parado para que el visitante aprovechara los espacios con contragolpes buscando a Fraser y las espaldas de los defensores. Pero, el guión del encuentro se desarrolló en forma desigual y con sorpresas, y digo sorpresas al referirme al rendimiento mostrado por los pupilos de Memo Rivera, quienes fueron demasiado apáticos para intentar buscar el resultado, eso sí, en los minutos iniciales, fue más una medición de fuerzas que dejó como victorioso a Santa Tecla.
Dragón se defendía como podía, y es que, el mediocampo tecleño dejó sin opciones la pizarra de Rivera, superado y ahogado, sin poder salir de su terreno de juego, más a base de fuerza y pelotazos arriba, Dragón se encontraba con un muro en el mediocampo y con la imposibilidad de romper el cerrojo. Bien sabido es, que el cuadro verde de Santa Tecla, maneja muy bien el cuero, y su principal eje parte del mediocampo en base a la posesión y transición vertical cuando sale al ataque. Así, con paredes y con toques rápidos, Santa Tecla enloqueció a la zaga mitológica que ya empezaba a hacer aguas por todos lados.
Irving Herrera pondría los cartones a favor del local, y era la confirmación de la superioridad tecleña. Dragón solamente lo veía pasar, aunque intentaba arremeter con tibios embates. Corría el minuto 13.
De ahí en más, fue el local quien tuvo más opciones, rompiendo rápido la defensa visitante, y solamente frenado con faltas lejos del área. Pero ni así, el tiempo avanzó y Santa Tecla encimó. Un balón alto bien controlado por Herrera adentro del área propició el segundo gol del local. El jugador la bajó, se acomodó y definió en el área chica ante la mirada de su defensor y del arquero, que vencido se quedó únicamente para la foto. Irving marcaba su doblete cuando el descanso se asomaba en el marcador.
Para la segunda parte, Santa Tecla no desesperó, mientras que Dragón subió las líneas, aunque sin criterio, y más meritorio para el local pues le pasó por encima al visitante. El cuadro mitológico no se encontraba, el equipo estaba partido y la transición entre líneas propiciaba el error, el mediocampo estaba superado y no tenía un armador que pusiera el balón con criterio y con inteligencia. Entró Aurelio Vásquez y el equipo lo notó, comenzó a generar un poco más por su banda izquierda, aunque el local tampoco ofreció ventajas, Dragón si se vio mejor en zona de ataque y mucho más luchador. Pero esto no fue suficiente, Santa Tecla rompía fácilmente los intentos del visitante, robaba el balón con facilidad y dejaba desarmado en ataque al mitológico que debía multiplicarse para cubrir los espacios en defensa.
Fraser, de muy mala noche, tuvo dos ocasiones para cambiar el desarrollo del encuentro, pero en su primero intento, tras un centro desde la izquierda, el balón bañó totalmente a Carrillo y solo frente a marco vacío, Sean la mandó arriba. Dragón se perdía el descuento. Unos minutos más tarde, nuevamente una combinación en jugada por banda derecha terminó en los pies de Fraser, que se perfilaba solo a la entrada del área para poder definir, pero su remate, mordido y desviado se perdió por línea final. Así, Dragón se quedó poco a poco sin opciones y bajó los brazos, Santa Tecla también la tuvo para ampliar el marcador pero no concretó.
El encuentro terminaría con Santa Tecla encimando y Dragón con la sensación de ofrecer un pobre rendimiento, sin ideas y sin criterio.