Juventud Independiente sufrió esta tarde un duro revés como local al ser goleado 0-3 por el vigente campeón, Metapán, que se mostró solvente y seguro para doblegar a su rival.
En la previa era un encuentro de altos quilates, ambos equipos llegaban con igual número de puntos (9), pero en los papeles, se antojaba un duro duelo entre dos rivales fieles a sus estilos en el que cometiera menos errores saldría con la ventaja. Errores, esos precisamente los cometidos por el local que a la postre servirían para que los tres puntos viajaran hacia occidente.
El cuadro de Opico comenzó intentando llevar peligro sobre meta contraria, siendo Herbert Sosa la brújula del local, pero que no contó con un acompañante que le cubriera las espaldas y tampoco con un referente en ofensiva capaz de meterse entre los centrales y abrir los espacios para las llegadas por los laterales, que eran precisamente, las mejores armas del local. Abrir el juego, pasar rápido el balón y buscar la verticalidad. Eso, fue precisamente lo que aprovechó Metapán, la rapidez en ofensiva que plantó el conjunto arqueológico lo llevó a ser un equipo demasiado largo, con muchos espacios entre las líneas, principalmente entre defensa y mediocampo, donde le costaba salir jugando por la presión metapaneca, y que le obligaban a perder el balón y a regalar las espaldas de los mediocampistas. Así, en un fuera de juego mal jugado, Metapán encontró la ventaja. Héctor Ramos se sacó de encima al portero y a puerta vacía anotaría el primero para el conjunto calero. Silencio en el Complejo y la desesperación de querer llegar con peligro y no tener la potencia en ataque para tal fin.
Metapán aprovechó el desconcierto y siguió atacando, manteniendo en su pie el balón, mientras, los de Opico percutían cada vez intentado crear peligro, pero sus débiles embates fueron repelidos cada uno por una muy sólida defensa calera. Se movió el banquillo local y entró Barahona, el equipo lo agradeció, tuvo mejor posesión y proyección hacia adelante en los minutos que le faltaban a la primera mitad, era el socio que Sosa necesitaba, pero aún así, le fue muy difícil romper el cerco impuesto por el Calero.
Para la segunda mitad, se esperaba un mejor ataque para el local, pero, un error en la salida del balón propició que Odir Flores tomara el balón y con un zurdazo inatajable para Martínez pusiera el 0-2 para la visita. Golazo en toda regla. Un gol de camerino. Juventud Independiente lo tenía todo en contra, ni siquiera se habían asentado bien en el terreno de juego y la desventaja era mayor. Metapán lo agradecía. El encuentro se le ponía de cara, con la ventaja y con el objetivo de proteger el resultado, el guión que tanto gusta al calero.
El local intentó llegar con peligro, pero aún con toda la carne en el asador recibió el tercer tanto calero. Una nueva desatención en las coberturas permitió que Romeo Parkes marcara el definitivo 0-3 para los visitantes. Encuentro finiquitado, Juventud Independiente no pudo siquiera anotar el de la honra, un marcador lapidario y con la impotencia de no poder abrir el cerrojo metapaneco.
Los opicanos siguieron intentando por las bandas y en otras tantas centralizando el juego, pero es sabido de la fortaleza metapaneca para manejar los resultados, por lo que el encuentro terminaría incluso con más opciones de gol para la visita que no se concretaron, en parte por el desacierto ofensivo y en otras tantas, gracias a la intervención de Martínez, que evitó que el marcador fuera más amplio.
Así, Metapán se queda como líder solitario y Juventud Independiente se queda rezagado en la cuarta posición con 9 unidades.