Henry Romero: “Nos deben todo el mes de septiembre, pero nos dijeron que nos pagarían este martes o miércoles. Confiamos en la palabra de nuestro presidente, siempre nos ha quedado bien”
La afirmación habla por sí sola. A los jugadores aguiluchos les deben el mes de septiembre, pero aún así los jugadores están confiados que la directiva se pondrá al día y además se preparan de cara al próximo encuentro.
Ni huelgas ni enojos ni nada, el equipo trabaja a conciencia aún a sabiendas que el impago también condiciona el pensamiento y limita las ganas. “En ningún momento hemos pensado parar las labores. Estamos pensando en prepararnos bien para encarar el clásico de la mejor manera posible, porque nos jugamos la posibilidad de ser líderes”, dijo el capitán, con el pensamiento limpio y con el objetivo de seguir trabajando para sumar en el torneo.
Razones hay muchas, pero la principal que maneja la directiva en palabras del presidente Pedro Arieta, es que la pobre taquilla ha condicionado la insolvencia con los jugadores, y esto no es nuevo, basta ver la presencia de aficionados en el Cuscatlán cada vez que el equipo juega “en casa” para darse cuenta, que la afluencia de público es corta y que, no es lo mismo jugar en San Miguel que hacerlo en San Salvador, pero si en algo falla el presidente es dirigir la culpa hacia los aficionados.
Pedro Arieta: “Las taquillas de Águila en San Miguel no bajaban de 15 mil dólares; en San Salvador no contamos con el apoyo de la afición. Antes Águila llenaba cualquier estadio, ahora no lo está haciendo. Y eso nos está afectando”. “De 6 mil dólares de ganancias no pasamos, con Chalatenango solo ingresamos 5 mil. Con eso no puedes mantener una plantilla de alto costo como la del Águila”.
“No sé si la gente se ha alejado del estadio porque perdimos el título, por el juego del equipo o por las razones que sean, pero simplemente no están apoyando. Antes Águila no dependía de una localidad para llevar gente”.
La presidencia y junta directiva aguilucha deberían analizar concretamente sus aseveraciones, no es lo mismo que el 80% de la afición sea de casa (San Miguel) y el restante 20% viaje a oriente para cubrir el foro del Barraza, a que ese 80% deba viajar hacia la capital cada fin de semana para ver un partido, la condición económica de todos, en verdad no es favorable para gastar al menos $25 en forma unipersonal, el costo se eleva cuando el grupo familiar se incrementa, por lo tanto, dirigir la culpa hacia el aficionado es hasta cierto punto irresponsable, y en todo caso, tampoco pueden obligar al público a ir a la plaza donde ellos eligieron jugar mientras se hacen las mejoras al Barraza.
La junta directiva, estoy seguro que sabía que esto podía suceder, para los que vivimos en los alrededores del Cuscatlán es una ventaja, pero no para los que viven en San Miguel, Zacatecoluca, etc., y es que, si Águila mueve afición allá donde va, la situación económica merma el deseo de apoyar en cada juego, sobre todo cuando el desplazamiento implica una cantidad superior como si de una final cada fin de semana se tratase, no es lo mismo pagar $4 a pagar $25 en cada fecha. ¡Culpa de la afición, mi respetable Presi, NO ES!
Algunos critican que no se apoye cada fin de semana, pero en verdad y hablo en función de mi pobre asistencia este torneo al estadio, es precisamente lo económico, no todos disponemos de la facilidad económica para andar en el estadio en cada jornada, y no por aceptar que no tengo dinero para ir al estadio, soy menos aguilucho.
El de sangre naranja, apoya de donde sea, desde las gradas, en el estadio, en su casa, con las teclas –como dicen despectivamente algunos-, y hasta en el cielo, pero algunos deberían poner los pies en el suelo antes de hablar del por qué se falla aquí o el por qué este no va al estadio, la condición es impersonal para todos y eso no quita –ni de lejos- el sentimiento aguilucho.