Aunque nunca jugué al fútbol profesionalmente, pero he vivido este deporte desde que tengo memoria, entiendo la frustración de Messi al término del encuentro, solo, sentado en el banquillo, con mil y un pensamientos cruzarse por su mente, la crucifixión a la que lo someterán por perder nuevamente una final con su selección, los señalamientos de perdedor que recibirá, de su propia gente y de todos aquellos que cruzando las fronteras están demasiado ciegos para ver más allá de un penal errado y no comprender que este deporte se juega en 90 o 120 minutos y que los penales son una lotería donde gana el que no falla.
A vos te van a decir que sos “pecho frío”, que “solo ganas con la camisa del Barcelona”, que no te quieren ni en tu país, pero algo es muy cierto, renuncias a tu selección y no volverán a tener a un jugador de tu clase, que arrastre a diez vacas pastando a final tras final, a poner balones de oro y que te devuelvan ladrillos, a poner asistencias donde otros solo visualizan muros, a arrastrar siete marcas para habilitar el espacio para que el extremo entre con claridad de gol y venga Agüero y tire el balón a las tribunas, o que en los momentos decisivos Higuaín y Palacios fallen lo que no se debe fallar en el fútbol, pero por merecimientos de a saber quién, siguen siendo convocados para seguir errando todo lo que humanamente es imposible de errar.
Algunos ven el fútbol tuyo en la selección como un hecho aislado y que solamente vos debes encarar, habilitar al espacio, centrar y rematar a gol, pero un penal fallado por tus botas y es culpa tuya, pero no visualizan que en 120 minutos, pusiste cuatro asistencias con posibilidad de gol, y que recibiste diez faltas en contragolpes con proyección de meta contraria.
Algunos siguen pensando que Maradona es mejor porque “ganó un Mundial”, pero no recuerdan la historia del equipo que tenía a sus espaldas, Goycoechea, Burruchaga, Caniggia, Sensini, Ruggeri, por mencionar algunos. Algunos piensan que el fútbol en blanco y negro todavía sigue vigente, donde los esquemas tácticos eran diferentes, los jugadores eran diferentes y el momento y la época lo era también. Curiosamente, aquellos que ni siquiera vieron a Diego caer en el Olímpico en Italia 90 ante Alemania, son los mismos que hoy te atacan sin valorar muchas otras cosas que rodean al fútbol, y todo, porque seguís siendo el mejor del mundo. Tampoco han visto que el Diego, no anotó un solo gol en el Mundial de Italia, y también se fue a casa eliminado.
Estos son aquellos, que tienen memoria corta y enaltecen a un Di Stefano, a un Cruyff, a un Van Basten, monstruos del fútbol que tampoco ganaron una Copa del Mundo, pero que no son señalados por fallar, por perder. A vos Messi, tu sombra y tu huella en el fútbol es tan grande, que no dejas indiferente a nadie, tus detractores te odian por ser lo que eres y aprovechan tus derrotas para mostrarse a sus anchas, como cualquier mediocre oportunista que hace leña del árbol caído.
Ya quisieran algunos jugadores estar en tu lugar, jugar las finales que has jugado, ganar los títulos que has ganado, ser el mejor jugador del mundo y de la historia aún sin haber ganado una copa del mundo. Sabes algo, a muchos esto nos sale sobrando. He visto caer a la Argentina de Maradona en Italia 90 y Estados Unidos 94, la vi naufragar en Francia 98, en el 2002 en Korea-Japón, en el 2006 en Alemania, 2010 en Sudáfrica, precisamente con Maradona como técnico, y en el 2014, te vi caer en la final ante Alemania, con un fallo garrafal de Higuaín y Palacios.
Por si fuera poco en el 2015 también fallaron en la final ante Chile, en Copa América, donde Higuaín nuevamente falló una imperdonable, y hoy por si faltara más, la volvió a fallar en el momento clave.
Sé que no te importa, siempre has dicho que “ganamos y perdemos todos”, pero eres humano, tus lágrimas lo demuestran, la rabia que has de sentir es incalculable, y yo personalmente me siento triste, porque tienes a tu lado a jugadores que no siguen los mismos objetivos que vos, ninguno es capaz de aportar al grupo un verdadero valor para poder lograr ser campeones.
Ahora, has anunciado que renuncias a la selección, y quizá esto sea lo mejor, nadie puede estar donde no le quieren y no le valoran, te has reventado en cada partido y no has tenido suerte, el fútbol también es una cuestión de tener suerte y un estado de ánimo para rendir de la mejor forma, el destino ha querido que te marches de una forma cruel, pero como dices “es lo mejor para todos”.
Ahora, te queda recuperarte y regresar a Barcelona, allá donde sí te valoran, donde si te respetan, aunque claro, estoy seguro que la espina de tu selección la andas cargando día con día, pero calma Messi, tarde o temprano, el fútbol te sonreirá y te dará todo lo que hasta hoy te ha quitado, aunque esto tenga que llegar lejos de tu selección.
TEHABLODEFUTBOL.COM