Parte del éxito de C.D. Águila, a expensas de confirmarse con el triunfo en la final, se debe a la llegada de Juan Ramón Sánchez, un técnico trabajador y consciente de la idea del proyecto a largo plazo que un equipo debe tener para cosechar los éxitos buscados.
La mano del técnico ha sido vital y no porque ello signifique que anote goles o defienda el arco emplumado, sino que, manejar un equipo como el negronaranja no es tarea fácil. Por el banquillo emplumado han desfilado infinidad de técnicos, muchos con más pena que gloria, otros, simplemente por el acento pero con muy poco bagaje a sus espaldas, y esto además, condicionó la consecución de títulos, no por su condición, sino por su desconocimiento del fútbol nacional.
Ramón Sánchez, un DT curtido de lo que sucede en los banquillos nacionales, optó por mantener un perfil bajo, lejos de los focos y ausente a las polémicas, lo primero es el trabajo y el manejo de una enorme institución como C.D. Águila.
Con él como técnico, Águila finalizó la fase regular en el liderato con 13 victorias, 7 empates y tan sólo 2 derrotas, números que lo catapultaron a la cima de la tabla, pero quizá el punto clave fue el orden táctico y la sed de triunfo y el “paso a paso” que el técnico intenta imprimir en sus equipos, sin ninguna soberbia ni menosprecio al rival.
Ojalá y Ramón Sánchez logre salir campeón con Águila el próximo domingo, se lo merece, un triunfo que se le negó con Juventud Independiente, y que también vio frustradas sus intenciones de dejar su huella en selecciones nacionales juveniles.
De todo esto, lo mejor es que Águila está a las puertas de ser campeón nuevamente con un técnico nacional, como sucedió por última vez en el 2012, con Víctor Coreas.
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