TEHABLODEFUTBOL.COM/ La anecdótica eliminación del Bayern a manos de un poderoso y resistidor Atlético, se unen el sufrimiento y la discordia entre el ballet fútbol y la angustiada defensa desde la trinchera de piedras para alzar la espada directo al cuello del enemigo y vencer ensangrentado y con el último aliento a un gigante que amenaza, que destruye y que deja hasta el último hueso del cuerpo estrujado y sin fuerzas para mantenerse en pie.
El Cholismo vivió una nueva saga de sufrimiento, un paisaje a la resistencia, una obra de arte hecha defensa, pero que se unió con la agilidad de una serpiente que cascabelea y que muerde en el instante más inesperado para herir de muerte a su presa.
Pep no será ni de lejos un fracasado, su legado va mucho más allá que tres eliminaciones seguidas, a las puertas de la gran final europea, pero que esta vez, nuevamente, se topó frente a sí, a una peor o magnificada versión defensiva del Atlético, que escudo en mano, lapidó cualquier intención e ilusión de ver la eliminatoria remontada en su contra.
El Bayern hizo lo que tenía que hacer, atacar desde el inicio, proponer a tambor batiente la ofensiva, ampliar la cancha, abrir las bandas, pasar por encima a un rival que propuso nada, pero que cuando quiso se hinchó las pelotas para dar un golpe, cual K.O. a la sien de su adversario. Los teutones recibieron un durísimo golpe con el empate, ese que llegó después que ellos mismos mantuvieron con vida al colchonero, los del Cholo, pasearon por el filo del cuchillo, heridos, vapuleados, desconocidos.
El baile descomunal de los de Pep, tan solo se vio opacado por la nefasta carencia de definición, Lewandowski, Müler, un penal fallado garrafalmente, y la sensación que este partido el Bayern lo tenía perdido desde la ida, y cuya derrota se confirmó en su estadio, en su césped, ante su afición y con las botas puestas.
No se puede medir la magnitud de la batalla, pero el vencido dejó sangre en el césped, dejó las ideas, la piel, el fútbol, la vida misma, y no pudo doblegar a un enorme cerrojo, y aunque la tuvo entre sus manos, la persiana del Atlético se cerró y le puso la llave para evitar otro varapalo que despertara los viejos fantasmas de la derrota en Europa.
El Cholismo se impuso al ballet teutón, a la posesión y al juego de primer toque del Bayern, para bien o para mal, para gustar o para odiar, el Atlético es finalista, en un duelo desenfrenado, emocionante y digno de una semifinal de Champions, pero más que digno, quizá espectacular, por las formas, por la resistencia, porque supo aguantar la tormenta, y salió dispuesto a morder en el momento y en el lugar justo, una herida de muerte, un golpe que echó por tierra la edificación de Guardiola, el Bayern se vino abajo en pedazos para volver a resurgir y volver a quedarse a la orilla del oasis, Pep se va del Bayern sin poder conseguir el mayor trofeo que otorga el fútbol a nivel de clubes, Simeone en cambio, tiene lo que quería, una final, una oportunidad, una revancha, y solo faltará que esa misma llegue ante su vecino de ciudad, el Real.