TEHABLODEFUTBOL.COM / “Sangre, corazón y alma”, estos son los elementos, según Rainieri, para poder llegar a la situación privilegiada en la que el Leicester se encuentra hoy en día, y es que, ante West Ham, necesitó de esto y poco más para poder rescatar un punto como local en un encuentro loco, y que, terminó prácticamente con el gol del empate de los locales en el minuto 95, más dudoso que el primero –también de penal- que le dio la ventaja a los visitantes.
El equipo que todos quieren que gane la Premier League, tal y como en su día lo dijo el Príncipe Guillermo “me muero porque gane el título el Leicester”, tuvo que luchar y sudar sangre para poder conseguir un punto, tras la expulsión de su goleador y figura Jamie Vardy, por una simulación de penal tras una jugada que no llegaba ni siquiera a color amarillo.
El Leicester luchó por poco más de media hora con un jugador menos, y fue entonces donde las posibilidades escasearon y parecía que perdería este encuentro, ya que el West Ham anotó el 1-2 al minuto 85.
Con poca posibilidad pero con entrega y garra, los locales se fueron a buscar el empate, y fue entonces que el colegiado pitó un dudoso penal por una falta dentro del área que fue traducido en gol y que supuso el empate final.
El Leicester sumaba hasta hoy 5 encuentros sin recibir un gol, ahora recibió 2 y estuvo a pocos minutos de caer derrotado, pero “el equipo del pueblo” sigue sumido en su sueño de coronarse campeón de la Premier y con 73 puntos a 8 del Tottenham (65) y un partido más, puede comenzar a acariciar el título.