TEHABLODEFUTBOL.COM / Cuando Cruyff dijo que “no era bueno meter dos gallos en un mismo gallinero” a más de alguno le salió espuma por la boca, más por ser una afrenta demasiado riesgosa, como afirmar que ni Neymar ni Messi encontrarían una sociedad tan perfecta como la que han logrado, sobre todo ahora, que Suárez también se ha unido a la sociedad del gol del Barcelona.
Los buenos amigos, los sudamericanos, el brasileño, el argentino y el uruguayo, el regate, la magia y el gol, tres jugadores unidos bajo una misma consigna, destruir, anotar y llevar al Barcelona lo más lejos posible a base de goles.
Ante el Celta, estos tres se juntaron para encontrarse en la cumbre del fútbol, el gol. Suárez marcó tres, un hat-trick asistido por el brasileño y el argentino, mientras Messi hizo recordar al gran Cruyff con una jugada de antología. Misma en la que muchos otros han fallado, Pirés y Henry en el Arsenal, por ejemplo.
Cogió Messi el balón y a la hora de patear el cuero, cedió en forma de pase para que entrara Suárez a rematar y anotar el gol, el tercero en su cuenta personal.
Más que una burla como muchos seguro querrán verlo, deja ante sí, la buena onda y el buen rollo que hay entre las tres estrellas, sin egoísmos y sin egos personales, cada uno con la idea clara que cada regate, cada balón filtrado y cada gol marcado lleva consigo el escudo del Barcelona, el equipo para el cual intentan seguir consiguiendo títulos cada temporada que va pasando.
Por si fuera poco, la sociedad de estos tres, fue la que cerró el marcador, una goleada 6-1 que dejó plasmada la jugada histórica de Messi, y que en cuestión de tres pases, Messi, Suárez y Neymar, terminó con el gol del brasileño cuando el Celta intentaba buscar algo para defender el honor, pero ni así.
Los de Luis Enrique firmaron una magistral cátedra de fútbol, sobre todo cuando en la segunda mitad fue presión y apretar en todos los caminos que intentaba el Celta para llevar peligro, y es que, cuando el Barca te presiona de esa forma, es imposible que el muro no se derrumbe, y al Celta le pasó. Tras el empate de la visita, sabían que podían lograr más y empeñaron el esfuerzo por conseguirlo, pero, ante el Barca, tarde o temprano, los magos y socios del fútbol encontrarán la fórmula y la llave para traducir en goles, el dominio de equipo.
El Celta cayó derrotado, destruido en el Camp Nou, no hay discusión, el tren del Barca le pasó por encima, de la mano de los amigos, de los socios del gol.