TEHABLODEFUTBOL.COM/ Águila sufrió para ganar ante la UES, con una dosis de individualismo y de juego de cartas de Ramón Sánchez quien encontró la respuesta en el banquillo con nombre y apellido.
Rommel Mejía, salió cuando el partido ya olía al empate sin goles, encontró un balón en la entrada del área, hizo un regate y sacó un zurdazo que picó en el césped ante la estirada del guardameta universitario. 1-0 y la locura.
El Barraza estalló, y los tres puntos se quedaron en casa. El jugador exDragón dio la victoria al negronaranja y le dio la razón a Ramón Sánchez del porqué no está muy conforme con el rendimiento de los extranjeros. Quizá el profesor no debería buscar afuera lo que tiene adentro, en el banquillo donde hay calidad, solamente debe buscarla. Hoy le funcionó y Mejía le salvó las papas del fuego y de paso lo dejó como único líder e invicto.
La UES ofreció demasiadas dificultades para superarlo. Águila, muy atropellado adelante, careció del peso ofensivo que no le brindó el desafortunado Curiel quien contó con la más clara con un balón que reventó el travesaño, pero que salió de cambio ante la falta de suerte ¿? o de más viveza a la hora de buscar puerta.
El delantero es la muestra clara del mal que padece Águila en lo que a contratación de delanteros se refiere. No se puede llorar por la leche derramada cuando vos mismo la has tirado al piso. El peruano no sólo no es de la simpatía del técnico sino que además, vino sin tener una certeza clara de su rendimiento, mal de siempre. Pero eso es dinero de otro lado.
Así las cosas, la UES se le atragantó en el Barraza a Águila, quienes fueron valientes a la hora de atacar y muy ordenados al defender, taparon los caminos y ejercieron una suerte de embudo en el que era prácticamente imposible sacar provecho por el centro, obligando a tener que abrir por las bandas con centros que eran rechazados por la defensa o terminaban a medio camino sin encontrar un destinatario en Muñoz o el mismo Curiel antes de su salida.
Águila tocó puerta, pero le faltaba cabeza fría, el último pase y la definición. La desesperación era notoria, pesaba mucho la piedra del liderato, el invicto y las dos victorias consecutivas, prueba que en esto del fútbol el favoritismo sobra y solamente cuenta lo que se haga adentro del campo.
Finalmente, Rommer Mejía abrió la ruta del gol, encontró el del triunfo y este resultado le brinda confianza y solidez al equipo negronaranja. Tres victorias consecutivas, nada mal.
Ramón Sánchez supo hoy que es difícil encontrar un equipo base, y que, tiene muchas respuestas en el banquillo, y aunque el gol de Mejía podrá ser ocasional, para algunos, calidad y técnica la tiene, si no, seguramente no estaría en Águila o hubiese abandonado la disciplina negronaranja para este torneo.
Falta mucho aún, pero queda claro que Sánchez todavía no tiene EQUIPO, falta trabajo, dedicación y resolución de esos detalles que afectan a la hora de defender y atacar. Las piezas están, solo falta que el técnico encuentre la estructura que necesita para fortalecer su idea.
De momento, una fecha más como líder e invicto.