TEHABLODEFUTBOL.COM. Lo de Messi es ya histórico, no porque atrás ha dejado a otros monstruos del fútbol en la consecución del máximo galardón a nivel individual del fútbol, sino porque, su juego y su presencia en el campo es sinónimo de goles, de espectáculo y magia.
Messi ha conseguido hoy su quinto Balón de Oro, dejando en el camino –nuevamente- a Cristiano, a quién ni siquiera un milagro hubiera podido regalarle un nuevo trofeo, como ya sucedió en ocasiones pasadas.
Lo de Messi ha sido en líneas generales una total barrida en las votaciones, pero aún hay algunos incrédulos que siguen pensando que el portugués es más completo y mejor futbolista que el argentino.
Las votaciones no mienten, 41.33% para Messi, 27.76% para Cristiano y Neymar tercero con un 7.86%. Aún me queda la duda de la nominación del portugués para un trofeo en el que solamente sumó méritos con goles desde el punto de penal o a puerta vacía celebrados con más arrogancia que vergüenza, quizá el mérito de algunos es poder votar pero no miden el valor de sus votos, ni tampoco ven algo más que un simple número o estadística; en juego y en títulos, el mismísimo Luis Suárez hacía más y mejores méritos para estar en su lugar…
En fin, que Messi ha llevado el listón a un lugar demasiado alto para cualquiera, y es que con 30 años, y con un buen tramo por recorrer, cinco trofeos como el mejor del mundo es una tarea titánica y difícil para cualquier deportista.
La corona vuelve al Rey, esa que nunca le debió abandonar, ahora, las cosas están en su sitio, y pasará mucho tiempo para que alguien más lo iguale, debería suceder algo demasiado extraño y fuera de control para que Messi no gane uno o dos balones más.
De su discurso me quedo con sus palabras de haber logrado “mucho más de lo que imaginaba de chiquito”, y es que en esta historia de amor entre el argentino y el Barcelona, el uno está hecho para el otro y los éxitos de “la pulga” son también para la historia del club azulgrana, ese que creyó y tuvo una enorme parte de “culpa” para que Messi sea omnipresente allá por donde se cruza la zurda con un balón de fútbol.
La historia la sigue escribiendo y aunque a muchos no les guste, solo les quedará sentarse y ver cómo Messi continúa escribiendo su camino con letras de oro.