Dos penales y mucha emoción. Águila y FAS empataron en el clásico nacional en un encuentro que pintaba a mayores y en el que se jugaba algo más que el liderato.
El orgullo, el coraje, la pasión y el deseo por demostrar quién es el mejor hasta este punto del torneo, eran parte de los alicientes que rodearon al clásico nacional 223 que se disputó en el Juan Francisco Barraza. La tierra migueleña, que está a dos días de celebrar el día principal del calendario religioso en honor a la Reina de La Paz -21 de noviembre- anticipaba la fiesta y el carnaval para este encuentro, en el que querían nivelar la serie respecto del encuentro de la primera vuelta, en el que Águila cayera derrotado en el Quiteño por 1-0.
Las similitudes entre aquél partido y el de hoy, no fueron pocas. Atajadas de Contreras, empuje y dominio de Águila y el retraso en las líneas del conjunto tigrillo para repeler los ataques rivales fueron parte del libreto que se desarrolló en San Miguel.
Águila empujó y cogió el balón, dominó y llegó. Abrió su juego por bandas, muy vertical y con el equilibrio necesario para contrarrestar los ataques en contragolpe que generó FAS, de lejos su principal arma para intentar romper el bloque de Correia, que tiene una de sus bases principales en la defensa.
Pero FAS, al igual que en el encuentro de la primera vuelta, tuvo una y la aprovechó. Un balón largo que cogió mal parada a la defensa aguilucha, lo situó a Rafa Burgos con opciones de llegar cara a cara con Benji, quién se aceleró demasiado y a pesar de los gritos de Valoyes para que no saliera a la desesperada, se pasó llevando por delante al delantero fasista, y el central pitó penalti.
Josimar cambió penal por gol, y Águila lo perdía por un error en la cobertura y en la concentración.
Pero los de Correia no mermaron en sus intenciones, tampoco disminuyó su nivel. Al contrario, siguió tejiendo los hilos para conseguir el empate, pero éste debió esperar hasta la segunda mitad.
Águila apretó y buscó por todos lados, pero dejaba espacios atrás, algo que intentaba aprovechar el equipo de Castillo, que buscó el contragolpe pero siempre encontró bien parada a la defensa emplumada.
El empate para Águila no podía llegar de otra forma. A pesar de los intentos, todos éstos terminaban siendo rechazados por la zaga tigrilla que hizo un gran encuentro en este sentido. Pero tanto fue el cántaro al agua, que finalmente Águila encontró la recompensa.
En un revoltijo adentro del área, Carrillo cometió falta y el central no dudó en decretar el penal.
Águila sonrió y Reyes convirtió. Era el 1-1 para “el viejo, mi querido viejo”, el ex-fasista ahora celebraba para Águila el empate.
Dicen que “para que la cuña aprete tiene que ser del mismo palo”, y Reyes hizo honor a esto con el gol que le dio el empate y mantiene como líder a Águila de cara al cierre de la fase regular.
Al final, aguiluchos y tigrillos repartieron puntos y este resultado únicamente favoreció a Metapán, que con la victoria ante Alianza, asaltó el liderato y dejó a Águila y FAS, como segundo y tercero respectivamente.
Águila jugará ante Atlético Marte la próxima fecha, y FAS lo hará ante Santa Tecla.
FOTO: @Miguelinhosebas
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