Alianza venció a Juventud Independiente con lo justo. Un 2-0 que se concretó en los minutos finales del encuentro tras un luchado encuentro en el que el conjunto albo las tuvo a mejores para poder desbaratar las intenciones del cuadro de Opico en la primera parte, pero se quedó en seco y con la mínima diferencia durante casi todo el encuentro y a expensas del empate visitante.
Para el Juventud ha sido un torneo de remodelación y reconstrucción. Las bajas dejadas por los emblemas propiciaron que hasta este día el conjunto arqueológico haya transitado irregularmente durante todo el torneo, con más dudas que respuestas y en el que únicamente ha logrado sumar cuatro victorias, a esperas de cumplir con el trámite y disputar las últimas dos jornadas.
La victoria de Alianza hoy en el Cuscatlán tuvo un sabor agridulce por el trámite, más no por el resultado. El conjunto capitalino fue prácticamente superior en las líneas, pero careció de lo principal, la concreción. Tras el 1-0 de Juan Carlos Portillo, el conjunto albo manejó mejor el encuentro y tuvo claras chances de ampliar el marcador, pero falló en cada una y terminó sufriendo más de la cuenta para quedarse con la victoria.
Juventud Independiente luchó, pero sin criterio, llegó pero sin ser muy claro, y evidenció la carencia de un referente y de piezas claves que dieran el plus que el equipo necesita en estos encuentros difíciles. Pero aún y con todas las necesidades en el frente se las ingenió para complicar y sacar uno que otro susto al conjunto blanco.
El definitivo 2-0 llegó al 90′ con un gol de Anthony Roque que puso punto y final a un encuentro que dominó a placer pero en el que le faltó la pólvora necesaria para evitar el sufrimiento ante el rival.
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