El Real Madrid sufrió la primera derrota de la temporada en el Ramón Sánchez Pizjuán al sucumbir por 3-2 ante el Sevilla y entregó el primer puesto al Barcelona que, liderado por un gran Neymar, superó la exigente prueba del Villarreal (3-0), con lo que llegará al clásico del Santiago Bernabéu por delante de su eterno rival.
Los de Rafa Benítez perdieron hoy el liderato y además, dejaron sendas dudas de cara al compromiso más importante de la temporada ante el Barcelona, en el clásico español que se jugará en dos semanas.
Si bien, el Madrid tuvo las chances de dominar el encuentro en la primera parte, donde estuvo arriba en el marcador y manejó a su antojo los hilos del juego hasta que permitió el empate, para la segunda parte el libreto cambió y fue el Sevilla el que llegó en mejor forma, tanto física como mental.
Poco a poco los de blanco encontraron los espacios reducidos en delantera, por un lado Cristiano desaparecido y Bale en posición emergente, que tampoco encontró sus mejores noches y en términos generales naufragó en intentar echarse el equipo a hombros a falta de la estrella portuguesa, que desde que se lesionó Messi, pareciese que ha perdido su motivación en cada encuentro y se mantiene con perfil bajo.
Así, el Sevilla logró pasarle por encima al Madrid, le rompió el control y lo desdobló en contragolpe. Así llegó el 3-1, la culminación de la remontada que había iniciado Llorente con el segundo gol y que supuso un baldazo de agua fría en los intereses merengues de cara al clásico español.
Madrid llegará con dudas, en su juego y también en las individualidades, salvo James que regresó de su lesión y que marcó el descuento 3-2, cuando el partido ya moría, ocupa en pensar sobre el bajo momento que atraviesa Cristiano, de quien se reciben muy pocas noticias en cada encuentro, y de Bale que sigue buscando la brújula y aparentemente se mantiene alejado y juega aparte de su equipo.
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