La FESFUT abrió expedientes a 9 jugadores de la última convocatoria y que se negaron a participar de los entrenamientos por las peticiones incumplidas por parte del organismo rector del fútbol nacional.
Entre estos jugadores se destacan los legionarios: Darwin Cerén, Arturo Álvarez, Alexander Larín y Richard Menjívar. Además, de los jugadores nacionales, Jonathan Barrios, Milton Molina y Alex Mendoza. Se desconocen los nombres de los dos jugadores restantes, puesto que el directivo Hugo Carrillo no hizo mención de los últimos jugadores.
Los futbolistas, se presumen fueron los causantes de la revuelta que degeneró el proceso de preparación para los enfrentamientos ante México y Canadá, por lo que, en palabras del directivo Carrillo, serán investigados y en caso de suscitarse alguna sanción se hará del conocimiento de los mismos para que hagan uso de los derechos que les asisten.
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