Con un once diseñado más para salir del compromiso que con claras intenciones de competir, el Barcelona se dejó un empate en su visita al Villanovense, en su debut en la Copa, donde se dejó casi al equipo titular fuera de convocatoria y puso en la cancha a jóvenes y suplentes para salir del apuro.
En la previa decía Luis Enrique “que el jugaría a un partido toda la Copa”, demostrando que el formato de ida y vuelta, en un calendario repleto de partidos, no es la lógica que se debería seguir, y que, siendo sinceros, abona poco al espectáculo y a la incertidumbre del resultado, en cambio, jugarlo a un solo partido ayudaría a que los equipos considerados de “menor categoría” puedan dar la campanada en un torneo prácticamente elaborado para los grandes de siempre. Sucede en la Premier y ahí por ejemplo, Arsenal, Chelsea, Manchester United o el mismo Manchester City, han tenido que sufrir la vergüenza de verse eliminados por un equipo de segunda o hasta de tercera división.
Muy pobre lo del Barcelona, quizá cuidando más el físico para evitar lesiones y poniendo demasiado poco, más que lo suficiente para sacar un resultado y definir en la vuelta, ante un equipo local que propuso y fue animador jugando en casa.
El empate sin goles deja el resultado para sentencia en el Camp Nou, un marcador muy pobre y que deja la enorme interrogante sobre el Barcelona y la poca producción con un equipo plagado de suplentes, de quienes se esperaba mucho, pero que terminaron demostrando apatía y pocas soluciones para suplir a los titulares.
En Barcelona se verá el resultado en la vuelta.
TEHABLODEFUTBOL.COM