La Selecta mostró ayer una cara diferente a lo visto ante Haití, equipo que desnudó todas las carencias defensivas que tenemos y que además puso de manifiesto la falta de gol que nos pesa demasiado a la hora definir.
Ante Guatemala fue algo diferente aunque en términos generales quedamos a deber de nuevo. No pudimos ganar pero el resultado final, decidido desde el punto de penal, nos dejó varias lecturas a la hora de analizar el rendimiento del “Primi-team”.
En el aspecto defensivo se mejoró enormemente, ni Guatemala lo tuvo fácil ni tampoco tuvimos que sufrir en demasía los ataques del rival. Mención aparte se lleva Ibsen Castro, anotador del gol del empate y que para la segunda parte jugó adelantado en el mediocampo aprovechando así sus cualidades tácticas y técnicas y su velocidad. Ramón Maradiaga acertó en el cambio posicional y ahí tuvo enorme redito porque el jugador aguilucho aportó lo necesario para el empate.
Sigo creyendo que Arturo Álvarez es de lejos uno de los que mejor rendimiento tiene a pesar de no estar a la orden de ningún equipo y su ritmo de juego definitivamente está fuera de tono con el resto de sus compañeros, pero es uno de los más sobresalientes en el control del mediocampo y en el cambio de ritmo al pasar de posesión y transición en ataque.
El talón de Aquiles sigue siendo la delantera, donde no encontramos un referente claro, la falta de gol pesa y basta con ver que el empata lo marcó un defensor.
Ante Guatemala tuvimos chances de marcar antes y temprano pero fallamos, la definición pesa demasiado y lo peor es que podemos tener diez y fallar once pero nuestros rivales no perdonan en la primera que tienen.
Costó el resultado pero la actitud fue diferente.
Sigo creyendo que nos falta mucho para encarar la eliminatoria a nivel futbolístico, probablemente el Primi no podrá cambiar grandes cosas de aquí a las fechas cruciales pero eso al final es parte del entorno que llevamos años sin poder mejorar.
FOTO: EDH
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