Terminada la primera vuelta, la tabla nos ofrece casi a la totalidad de equipos que en el papel deberían estar disputando el torneo, FAS líder con 22 puntos, Águila segundo con 21, Alianza tercero con 17 –y un partido menos- y en la cuarta posición se ha logrado ubicar Dragón, que con 16 puntos ha hecho una primera vuelta muy aceptable y calladito y sin tanto ruido ha estado clasificado en las primeras posiciones en cada fecha.
De toda la tabla, quizá lo que más ruido hace es la ubicación de Metapán, quien al cierre de la primera ronda se queda en la posición 7, y con 13 puntos se ubica a 9 del liderato.
Santa Tecla ha logrado poco a poco salir de la senda de los malos resultados, y aunque no ha sido el campeón que se esperaba, pareciera que más temprano que tarde podrá recuperar el ritmo ganador y defender dignamente la corona ganada el torneo anterior.
Sorprendentemente, Pasaquina, al mando de Víctor Coreas se ubica 5º, haciendo un digno torneo, sacando resultados importantes ante los denominados grandes, no perdió ante Águila, FAS y Metapán, aunque si lo hizo ante Alianza y Santa Tecla. En términos generales los burros han logrado un buen desempeño.
Una de las sorpresas, pero en lo negativo, es Juventud Independiente, animador de los últimos torneos llegando a semifinales, para este Apertura ha caído enormemente en su calidad y tampoco Opico es un fortín como en otras ocasiones. Además, la reestructuración y pérdida de jugadores claves ha obligado a que el recambio sea más duro de lo que probablemente esperaban. El Juventud es penúltimo con 9 puntos, demasiado poco para un equipo que se había mantenido en la zona alta de clasificación.
Atlético Marte ha sido una de las grandes decepciones –nuevamente-, después de un inicio esperanzador con victorias ante FAS en el Quiteño y Chalate como local, los marcianos apuraban el paso y daban visos de poder hacer méritos con la compra de la categoría, después de haber superado la depresión del descenso el torneo recién pasado. De ahí en adelante, el equipo perdió el rumbo y volvió a sus andadas habituales quedándose en la zona baja de la tabla, clasificado décimo con 9 unidades.
La zona baja ofrece casi el mismo panorama que torneos anteriores, la UES volvió a caer en la mora salarial y eso de alguna forma influye en los malos resultados, quiérase o no, pues, se puede tener mucho amor por algo, pero también el bolsillo aprieta, los compromisos llaman y el jugador resiente la falta de pago aunque no se quiera así. La UES es último con una pobre cantidad de 6 puntos de 30 disputados.
La apertura para que este torneo fuera disputado por 12 equipos pareciera que ha valido la pena, sobre todo en cuanto a que las plazas de Chalatenango y Sonsonate han venido a animar el fútbol local debido a la gran presencia de público cuando estos equipos juegan, principalmente en casa, pero además, también imponen sus colores cuando lo han hecho como visitante. Parte de este éxito se debe a la identidad que estos equipos han logrado establecer con su afición, por lo que, el apoyo entre estos y los suyos es bastante fuerte y esto se nota en las buenas taquillas que semana a semana se embolsan las nuevas plazas del fútbol nacional.
En cuanto a su rendimiento, mejor lo de Chalatenango que lo de Sonsonate. El primero ronda la medianía de la tabla y sacó triunfos importantes, como la victoria en casa ante Águila, mientras, Sonsonate intenta salir del abismo, sufrió un cambio de técnico y aunque se clasifica noveno, todo parece que el equipo terminará en posiciones de clasificación.
Aún falta mucho, pero este torneo está brindando algo diferente, hemos visto buenos encuentros de fútbol, y principalmente, que es lo que para muchos importa, es seguir llamando aficionados a los estadios, algunos lo han logrado, otros siguen en deuda.
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