Se llegó el día. Después de tantas idas y vueltas, y de semanas sin entrenador nacional, la Selecta de Jorge Rodríguez debutará mañana ante Curazao, con las incertidumbres de siempre y con las ideas un poco revueltas de saber a qué jugará nuestro rival, pero sobre todo a qué jugaremos nosotros. No se sabe aún si el Zarco alineará dos delanteros o mantendrá el esquema conservador tratando de manejar un poco más el balón en el medio o pondrá un once mucho más largo tratando de inquietar la zaga caribeña.
Todo es una interrogante, y dentro de ese todo, únicamente queda la esperanza y la ilusión, esa que el aficionado salvadoreño nunca pierde, y las ganas que mañana el azúl de la Selecta predomine sobre el blanco de Curazao.
Decía Patrick Kluivert que “la presión recae sobre la Selecta por estar arriba en el ranking FIFA”, no sé si algo tenga que ver el ranking mundial, que dice poco y en otras veces demasiado sobre la situación actual de uno y de otro equipo, lo que si me queda muy claro, es que definitivamente, el técnico holandés tiene la razón. Curazao tiene muy poco que perder pero a su vez tiene demasiadas cosas por ganar en caso de imponerse en esta serie ante la Selecta, mientras, nosotros somos un pisto aparte, el mal paso que hemos traído, la desorganización que hubo para encontrar un técnico que sabíamos todos quién sería pero nadie decía nada hizo perder tiempo valioso para comenzar a trabajar el grupo, la idea táctica y valorar los recursos con que contamos para esta serie. Por lo tanto, si estamos obligados a ganar mañana? Definitivamente que si, por todo lo que implica la “Selecta”, mañana se debe salir a ganar y no a especular.
Finalmente, el famoso ranking FIFA nos ubica en la posición 107 (+3) en relación a la del mes anterior, y debo decir que poco y nada esto tendrá que ver cuando nos enfrentemos mañana a Curazao, clasificado 148. Ya sabemos de lo que son capaces los equipos caribeños y no hace falta medir un nivel con un ranking. A la hora que ruede el balón comenzaremos a saber si damos la talla y si podremos seguir soñando.
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