El Málaga, equipo difícil que en sus últimos enfrentamientos le evitó al azulgrana anotarle un gol en 180 minutos. El 0-0 de la Rosaleda y la victoria 0-1 en el Camp Nou, hacían de este encuentro un foco de atención, en cuanto a las complicaciones que los malagueños podrían ponerle a los de Luis Enrique.
El Barça no anduvo fino, ni en la jornada inicial donde saldó una victoria con más trabajo y oficio que claridad, ni ahora, ante el Málaga tampoco fue diferente, aunque también consiguió los tres puntos cuando el encuentro pintaba a una posible igualdad en el marcador.
Y es que el Málaga no lo puso fácil, dos líneas bien ordenadas atrás en su propio campo intentando sorprender en una contra veloz, o en un zapatazo casi de la media cancha que estuvo a punto de sorprender a Bravo que se vistió de Ter Stegen y por poco lo sorprenden demasiado adelantado de su portería.
El Barça, muy atropellado y ansioso, a medida avanzaba el reloj, la grada impaciente miraba al árbitro, a quien consideraban prejuicioso y subjetivo con los pitos en contra del azulgrana y a favor de los visitantes, pero con el tiempo, pesaba más la poca productividad de los catalanes por sobre un posible fallo o no del central. Lo cierto es que, entre Kameni y los fallos locales, el Barcelona comenzaba a desesperarse por lo que se ventilaba como un nuevo traspié ante el equipo al que no pudo vencer ni anotar un tan sólo gol en la temporada anterior.
Cosas del destino quiso que no fuera la tripleta de la MSN, ni mucho menos, sino que, el gol del triunfo acabaría encumbrando a Vermaelen como el salvador y el héroe del encuentro, con un balón que recogió después de un rechazo de Kameni y su zapatazo casi rompió la red de los malagueños. Era el 1-0, las cosas en calma y el camino al triunfo prácticamente estaba allanado.
Después de tanto querer y no poder, aparecía un gol buscado y necesitado, el Barçapor fin rompía el maleficio ante el Málaga, estuvo cerca de los 270 minutos sin ver a gol, pero la racha se rompió y Vermaelen y los suyos sonrieron por una victoria sin ton ni son, sin brillo, pero de esas que son claves a la hora de medir las diferencias entre ganar o perder los títulos.
TEHABLODEFUTBOL.COM
