Tuvo que llegar la fecha siete para que Águila perdiera su invicto, ante Chalatenango, colero del torneo pero que en la cancha demostró más hambre y mayor necesidad para hacerse con la victoria.
Con tres victorias consecutivas desde su inicio, el negronaranja apuntaba muchas formas, todas buenas, y que, lo posicionaban a que podría tener un equilibrio y un buen rendimiento en las fechas venideras, pero poco a poco fue cayendo en la irregularidad.
Las tres jornadas siguientes las saldó con empates, tres consecutivos ante Metapán, Alianza y Pasaquina, que fueron el antecedente para su primera derrota en el Gregorio Martínez.
Eraldo Correia expuso sus motivos por los que considera, el equipo no dio la talla en su visita a Chalatenango, rival que supo reponerse del 0-1 inicial, de Isidro Gutiérrez y tuvo en Bladimir Díaz, el ariete y figura que tanto necesitaba para conseguir su primera victoria del torneo. “Hay que darle mérito al contrario, un equipo con mucha hambre y necesidad de los puntos. Chalatenango puso demasiado honor, mucho amor propio, la actitud superó a la de nosotros. Sobre mi equipo, vi un Águila muy cansado, trataremos de remediar, de corregir muchos errores que tuvimos ahora, pero más que todo en el primer tiempo donde mentalmente la ansiedad y los nervios traicionaron a mi equipo”.
Por lo visto en la cancha, Chalatenango le puso más actitud, mientras, Águila se relajó y permitió que el cuadro norteño le pasara por encima dejándolo con su primera derrota del torneo y con la pérdida del invicto, ese que solamente le duró seis fechas.
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