Atlético Marte perdió su invicto en la tercera jornada. Después de una imponente victoria en la jornada inicial en el Quiteño y una más en el Cuscatlán ante Chalatenango, el conjunto marciano buscaba ampliar su buena racha al enfrentar al Juventud Independiente, equipo que no veía la luz en su particular mal caminar.
Del equipo bandera se puede decir que ha hecho un gran fútbol en estas dos jornadas, que va adelante y que ataca y que busca el desdoble rápido en ofensiva y sobre todo, cuenta con jugadores jóvenes pero con capacidad técnica para amargarle la tarde a cualquiera, al menos ante FAS y Chalate así quedó escrito.
Del papel a la cancha, y con la estadística de por medio es más difícil pensar que los de Opico hubiesen podido sacar petróleo del Cuscatlán, al menos el estatus actual para uno y para otro, hacían presagiar que sería una tarde difícil para los visitantes.
Juventud Independiente no se echó para atrás, salió a por todas, a vencer a sus fantasmas y conseguir los puntos, tan necesarios como la lluvia que no cae en este invieron seco. Dos derrotas consecutivas para uno de los animadores en los últimos torneos, era una losa demasiado pesada y con una sombra demasiado larga que no podía seguir creciendo una jornada más.
En ataque y en orden, los de Opico fueron superiores, pero por tramos, Atlético Marte lograba sacudirse esa mejoría, pero sus avances eran infructuosos, y careció de la efectividad para marcar. Tampoco es que el Juventud lo hiciera fácil, tuvo las ocasiones en la primera mitad, pero estuvo negado con el gol, excepto en la acción defensiva desafortunada que dio pie al gol visitante.
Marte se sacudió el dominio para la segunda mitad y comenzó a llegar en un monólogo ofensivo, mientras, Juventud tiró del cerrojo defensivo para aguantar el aguacero y esperar a que saliera el sol nuevamente y agenciarse los tres puntos, esos que le dan un tanque de oxígeno y un respiro enorme de cara a la cuarta fecha donde recibirá a Chalatenango. Marte hará lo propio ante Dragón.
TEHABLODEFUTBOL.COM